domingo, 31 de mayo de 2009

HOGAR DULCE CASA


Al comienzo del más reciente spot comercial de GASCO, se destaca la novedosa opción de cancelar las clásicas cuentas domésticas, al momento de comprar el gas. Así, por ejemplo, la dueña de casa del comercial puede pagar la cuenta de la luz y la del agua. Incluso, cuando el plano cerrado de la cámara no nos permite notar en qué lugar físico se encuentra ella, la mujer le pide un favor especial al hombre del gas diciéndole algo como: “no se olvide bajar un cilindro de gas pues”.
En ese instante, el plano se abre un poco y se ve a ambos personajes a un costado de la cabina de un camión repartidor del combustible, mientras se escucha la voz en off subrayando la novedad: “aproveche de pagar todas las cuentas de su casa en la puerta de su hogar”.
Sin duda es una gran alternativa para quienes desean pagar sus cuentas y no recorrer grandes distancias hasta los lugares de pago. El detalle es lo relativo a dos conceptos diferentes usados para referirse al domicilio de las personas que quieren pagar sus cuentas junto al camión del gas.
Según mi sencilla apreciación creo que la frase debería ser diferente. Esto, pues imagino que el pago de los servicios básicos para la vida humana, responde a las necesidades de una o más personas constituyente(s) de un hogar. Entendiendo el hogar como un concepto más que como un recinto o espacio. Por otra parte, el término “casa” está más asociado al espacio físico en donde las personas viven, independiente de si se trata de un departamento, una casa o una pieza. En cualquiera de estos lugares se puede constituir un “hogar”.
Por eso creo que, para que no se repita innecesariamente cualquiera de ambas palabras, deberían reubicarse dentro del texto que escuchamos en el comercial.
Convencido de que, si bien los servicios se instalan en el lugar físico, las cuentas las generan y las pagan las personas que habitan un hogar. Por eso creo que GASCO tendría que ofrecer la posibilidad de pagar las cuentas del “hogar” en la puerta de la “casa”.