martes, 27 de mayo de 2008

Robo de reciclaje


Yo había sabido y, probablemente, todos hemos visto alguna vez gente recogiendo cosas de los tarros de basura. Es una realidad que toca a todos los países del mundo. Mucha de esta gente recorre la ciudad buscando alimentos o cosas que le puedan servir para su supervivencia, y casi siempre lo hacen de entre los desperdicios que todos dejamos por ahí. No es fácil entenderlo, mucho más difícil es evitarlo, o por lo menos erradicar esta práctica si, en el fondo, no es otra cosa que una supuesta solución para quienes no tienen donde llegar, donde dormir y mucho menos con qué alimentarse.
Otras personas, tal vez con un pasar ligeramente mejor, se dedica casi oficialmente a la recolección de cartones. Este oficio está ya casi instaurado en nuestras ciudades e incluso en algunos casos colaboran con el aseo de las calles. Es conocido el hecho que muchas veces, algunos de los “cartoneros” más organizados, establecen un acuerdo con algunas tiendas o negocios, quienes a determinada hora dejan en la vía pública todos sus cartones esperando la llegada de su recolector.
El negocio con los cartones no es tan complejo como negocio, todos sabemos que hay lugares en que compran papeles por kilos. Eso es todo.
También hay lugares donde se compran botellas de vidrio por unidad, y tienen un precio establecido, dependiendo del tipo de envase.
Desde hace un tiempo que COANIQUEM, la institución que ayuda a los niños quemados, recolecta el vidrio de desecho y por alguna vía que desconozco, lo transforma en dinero que sirve para mantener esta organización. Para ese efecto, en algunos puntos de la ciudad se ubicaban unos depósitos grandes de color verde, en donde se introducían las botellas. Con grandes letras amarillas se leía en el exterior de estos depósitos la sigla de la Corporación de Ayuda al Niño Quemado.
Ahora, desde hace ya un tiempo a esta parte existen unos receptáculos de color azul, en los cuales se lee CODEFF y aparece la imagen de un animal, que supone una relación entre el reciclaje del vidrio y el medio ambiente (http://www.codeff.cl/ , hacer clic en “campañas” y ver detalles de esta iniciativa).
En cualquiera de los dos casos de instituciones que reciclan los desechos de vidrio, existe la voluntad de darle un uso en beneficio directo de la comunidad.
Esta fotografía muestra a un individuo que hace ya varios años está recogiendo desde el interior del depósito del CODEFF, ubicado en AV. San Martín esquina 5 Norte, en Viña del Mar, los residuos de vidrios que allí se depositan. La cantidad no es menor pues es un sector de bares y restaurantes que, suponen un gran uso de botellas de vidrio. Antes, este hombre hacía el trabajo en un carrito. Hoy ya dispone de un furgón que hace más fácil el traslado de su mercadería.
El problema es que, a diferencia de los cartoneros, este personaje tiene la posibilidad de encontrar todo su material en un sólo punto, es decir, no se molesta en recorrer cada lugar que desecha envases. No sé que dice la legislación al respecto, pero si no me equivoco, él ya fue en una ocasión detenido por Carabineros que lo sorprendió sacando botellas de ese sitio.
Todos tenemos derecho de ganarnos la vida como se nos presente la oportunidad, siempre y cuando no cometamos delito o caigamos en algún tipo de ilegalidad.
Aun cuando no sé si lo que hace el es ilegal o no, me parece muy cómodo de su parte y además, tengo la impresión de que está privando a otras personas de tener un mejor vivir. Me imagino que debe ser como meter la mano en una alcancía de alguna colecta callejera. Es algo que yo no haría.
Si yo estuviera en su lugar, trataría de que esas botellas estuvieran en mi poder antes de que llegaran a ese recipiente, o sea, las conseguiría recorriendo la ciudad y pidiéndolas personalmente.
Otra cosa, estas fotos las tomé a las 07:56 de la mañana el día 16 de Mayo de este año. Si esta práctica es legal ¿por qué no lo hace durante el día? Esa es una hora en que el sector está recién volviendo a la vida. ¿O acaso ya sabe los horarios en que estos receptáculos son desocupados?
Lo lamento por CODEFF y su espíritu. Al mismo tiempo los locatarios creen que depositando sus vidrios ahí hacen una buena obra y ahorran problemas a los recolectores de basura.
Vaya uno a decirle algo a este tipo, además es prepotente por lo que me contaron, Un pato malo pero viejo y flojo. Y ahora con auto.

domingo, 25 de mayo de 2008

MAURICIO PINILLA, NADA MAS

¿Cuándo fue la última vez que Mauricio Pinilla convirtió un gol?
Su último gol debió haberlo convertido durante su estadía en la Universidad de Chile, antes de que se fuera de nuevo a Escocia, creo yo.
Tuvo su gran momento, hizo goles importantes, tiene tan sólo 24 años, todavía puede hacer algo en su futuro deportivo, tiene juventud, tiene físico, tiene carácter y además, tiene mucho dinero.
Todas estas cosas mezcladas, hacen de este futbolista un hombre ideal para las rubias modelos que tienen siempre por objetivo en la vida, ser la mujer de alguien o, en el peor de los casos, dejarse embarazar para vivir de pensiones alimenticias enormes mientras el pelo se les decolora o los implantes se le caen.
Las fiestas, esas que a muchos les gustan, los carretes, esos que a todos nos gustan, el copete, ese que a todos nos gusta, unos puchitos bien conversados, esos que te matan como dice la cajetilla, todo eso, es algo que los futbolistas y, en general, todos los deportistas no pueden disfrutar con la frecuencia con la que lo hacemos muchos quienes vemos el deporte por televisión.
Pinilla no está de acuerdo conmigo. El problema es que este compadre se ha encargado personalmente de demostrarle a todo el país, que el carrete puede estar ligado al rendimiento deportivo. Claro, pero al mal rendimiento deportivo, pues este muchacho, no debe saber ni siquiera en que club está jugando hoy, o mejor dicho, entrenando hoy. Es cierto que está entrenando en Europa, pero ha pasado por una cantidad de clubes que cualquiera quisiera contar. Lo malo es darse cuenta cuánto tiempo dura en cada uno y cuántos minutos de juego efectivo tiene. Son seis clubes diferentes en seis años de carrera profesional, entre los cuales, la Universidad de Chile y su actual club, el Heart of Midlothian, lo han tenido en dos ocasiones.
Probablemente si yo tuviera su dinero y sus contactos, yo estaría más reventado que él, después de que mi familia tenga cada uno su propio departamento y vehículo eso sí. Pero fue seleccionado chileno, representó en algún minuto a nuestro país en un deporte tan popular. Estoy lejos de eso, por eso yo me puedo reventar muchos más días que él.
Bueno, esto lo comento a propósito de sus últimas palabras a un periodista del Mega. El día de ayer en el aeropuerto el contesta molesto al acoso del periodista: “...estudiaste cinco años pa’ esto, pa’ seguirme a mi hueón... hace dos años que no juego y me seguí’...” acto seguido y, en una frase que no entendí claramente, hace mención de que gana “un palo y medio verde” por no hacer nada.
No parece chileno, no parece conocer la realidad de nuestro país.
La prensa y la gente misma fue muy dura con Iván Zamorano cuando se mostró como rostro del cuestionado Transantiago y las consecuencias que tuvo. Pero Zamorano tiene una historia que Pinilla está a años luz de igualar. Entonces, ¿por qué el pueblo de Chile tiene que permitir a este mocoso mal educado que se exprese así? ¿Acaso él dejo de gastar parte de ese palo y medio verde en copete para ayudar, por ejemplo, a la gente del Chaitén y alrededores en el evento que se hizo en el teatro Caupolicán el 21 de Mayo? ¿Se digno a aparecer para jugar unos minutos por esta noble causa?
Me van a perdonar pero me merece mucho más respeto la presencia del farandulero Edmundo en este evento, que el tipo de vida de este supuesto futbolista top.
Un picante con mucha plata, muchas mujeres y nada de fútbol.
Me pregunto con mucha rabia... ¿por qué mierda lo siguen llamando “Pinigol”?
Caszely, Zamorano, Salas, en fin, sólo tres ejemplos (de muchos nombres) de personas que saben qué es y cómo se hace un gol. El “rey del metro cuadrado”, “bam bam” y el “matador”. Nada más.

lunes, 19 de mayo de 2008

CEDA EL PARE



Por más que busqué información adicional respecto de las señalizaciones de prioridad "PARE" y "CEDA EL PASO", encontré sólo lo que todos sabemos.
Esta foto está tomada en la esquina de las calles Las Heras y Chacabuco, en pleno centro de Valparaíso y es una de las pocas intersecciones que aun no tiene un cruce regulado por un semáforo en el plan de la ciudad.
Producto de una lentísima remodelación, la calle Las Heras fue repintada, de tal forma que todas sus líneas blancas quedaron perfectamente visibles, incluído el CEDA EL PASO pintado en cada una de las pistas de este tramo de la calle.
Así las cosas, pasó el tiempo y alguien, por alguna razón, ordenó la instalación de los discos PARE, uno a cada lado de la calzada.
Como yo no encontré información al respecto, supongo que como conductor debo darle prioridad a la señalización más fuerte, que en este caso es el PARE. Este me ordena detenerme y me obliga a ceder el paso. Lo que está pintado en el suelo, sólo me invita a disminuir la velocidad y detenerme si es necesario.
Yo prefiero respetar el PARE. Voy a la segura, ya que nadie me dice cual de las dos debo obedecer en esta esquina por la cual conduzco ocho días a la semana.
No quería dejar pasar la oportunidad de fotografiar este encuentro.
Aquí me detengo. PARE.

LETREROS PARTE I


“Se prohibe el ingreso de las siguientes personas:
Flaites o pungas
Con gorro o capucha
Ebrios y jugosos
Tribus urbanas
(Excepto pelolais)”

No sé si el texto que muestra la fotografía (hacer click para ampliarla), amerita que haga muchos comentarios. Creo que sí, pero no por sí solo, sino que además por haber estado ahí.
Se trata de una fuente de soda llamada “Pasaje 8”, ubicada en la ciudad de Quintero. No recuerdo el nombre de la calle, pero es muy fácil llegar. No es otra cosa que una fuente de soda, un lugar donde venden chorrillanas, papas fritas, schop, completos, tragos y que, en su segundo piso, tiene un ambiente un poco diferente, sólo un poco. Ahí es donde se puede cantar karaoke después de la música en vivo, y se puede tomar un trago con un poquito más de relajo que al nivel de la calle, otro tipo de sillones, permiten una discutible comodidad. Alguien me contó por ahí que los días Sábado se abre otra puerta y a un costado funciona una disco. Nunca he visto eso abierto, nunca he estado un sábado para verlo.
En dos oportunidades he tenido la posibilidad de ir a tocar a ese lugar y por lo mismo, tengo el compromiso moral de opinar sobre esta señalización que se encuentra ubicada en la puerta.
Nunca he visto ebrios ni jugosos tratando de ingresar al lugar, yo he llegado muy tarde y no sé. Lo que sí sé, es que los ebrios y jugosos se van formando adentro y aunque nunca entran, siempre salen. No he visto gorros ni capuchas, ahora bien, yo me cuestiono acerca de si el uso de estos implementos dice algo acerca de las costumbres de las personas o sus actitudes o conductas. Pero no he visto. Sobre la prohibición de la entrada para flaites o pungas, es más complejo, todo depende de qué entiende cada uno por “flaites” o por “pungas”. Una determinada forma de hablar, una forma de vestirse, una manera particular de caminar, no sé. Pero la persona que discrimina la entrada, parece que tiene entendido por flaite a alguien que anda con un cuchillo entre los labios, o repartiendo combos porque sí. Lo digo porque el “colador” de la puerta tiene algunos hoyos.
Lo más espectacular es el remate de la señalización. Nunca he visto pokemones, punkys, emos, otakus u otras tribus urbanas. En ese sentido el colador ha funcionado, aunque también me pregunto qué podrían hacer estos personajes en un lugar como este. Debo reconocer que nunca he visto una pelolais adentro. Si tomamos el prototipo de la pelolais como una niña joven, con papás con plata, rubia y delgada, según lo que he visto en televisión o en la calle, nunca he visto una en Pasaje 8. Pero parece que les gustaría tenerlas ahí tomando un “fanchop”. A pesar de todo, esta señal tiene sólo una falta de ortografía y es la palabra “prohíbe” que lleva tilde en la letra “i” pero que no está dibujado.
Sin duda es un letrero que merece ser destacado, sobre todo, por el tipo de gente que frecuenta este lugar, hay de todo, hay ebrios y jugosos, hay de los otros, está lleno de esos, hay mujeres que se relajan demasiado con un par de tragos, hay algunas que no tienen problemas para mostrar sus físicos robustos, hay peleas, pocas, pero hay, hay todo tipo de pasteles, hombres y mujeres.
Hay de todo, excepto pelolais.
Lo único que quieren adentro del local, no entra.
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Foto: gentileza celular de conejo

LETREROS, PARTE II


No es una costumbre mía andar trayendo una cámara fotográfica, pero cuando la tengo, trato de no dejarla en cualquier lugar. Esto significa que es muy fácil que en mi bolso pequeño tenga mi celular y la cámara, entre documentos y cosas personales. Sobre todo cuando voy al baño en un lugar como Pasaje 8.
Lavando mis manos en una llave de la que sí salía agua, divise este letrero en el baño. Ahora explico el por qué de la foto.
Comprendiendo lo desagradable que debe ser que el urinario colectivo se tape, ya sea por papeles, chicles o colillas de cigarrillos, esta señal aparece como muy pertinente. Con letra clara y sin faltas de ortografía (excepto la “i” nuevamente, que en mayúsculas no lleva punto) nos pide un favor muy sencillo, no botar las cenizas y, me imagino que tampoco las colillas ahí. La frase que me impacta es “demuestre su educación”.
Más que demostrar educación, sólo habría demostrar que uno sabe leer, o simplemente y por el contrario, demostrar que uno orina con los ojos cerrados o mirando hacia el techo o hacia el suelo. En cualquier caso, y si recordamos el letrero de la puerta, esta foto sólo me provoca pensar en el tipo de gente que está frecuentando el lugar. Toda esa gente que no quieren que ingrese, ya está adentro. Por eso las colillas están en el lugar exacto donde los dueños no la quieren. Y eso que no me atreví a mirar el baño de mujeres. Pero una cosa está clara, alguien no lee, y si lee no le importa. Obvio, si acá entra de todo, excepto pelolais...

LETREROS, PARTE III


Vaya a saber uno hace cuántos años atrás está esta indicación en la puerta de este lugar.
El lugar se llama El Colmao, un bar restaurant que parece ser muy antiguo pero que yo creo haber conocido, por lo menos cerca del año 1994 o mucho antes, cuando en uno de sus costados y en plena esquina de 6 poniente con 4 norte, se ubicaba un local de equipos de audio profesional. Creo que la marca principal que trabajaban en esa esquina era Aiwa, aunque recuerdo haber visto unos equipos marca Kenwood con increíbles tecnologías acerca de los reproductores de discos compactos. Actualmente funciona uno de los locales Cuernavaca justo en la misma remodelada casa, en esa esquina. Desde entonces yo me he tomado unas cervezas en El Colmao funcionando en el antejardín de la casa de sus dueños, pero nunca me había percatado que esta indicación para poder ingresar a comprar estaba ahí, a la vista de todos. Claro, la idea es que todos la vean para que empujen la puerta y no la tiren hacia afuera.
No sé por qué nunca la vi. Cuando la vi, supe que había que destacarlo. Por lo menos te tratan de “usted”. Uno se siente cómodo, pero el promedio de edad de clientes no es muy alto. En fin, cada vez que usted desee entrar a comprar unas cervezas, “ENPUJE”.
Foto: gentileza celular de conejo.

sábado, 17 de mayo de 2008

EDAD DE LAS NOTICIAS

Antes, muchos años atrás, la televisión era muy diferente. Desde mi cama escuchaba el televisor encendido en el living, donde mis papás veían programas para mayores de 21 años. Después de que salía el angelito de canal 13 volando sobre la ciudad y una voz nos decía que había que acostarse, o en el otro canal, una serie de niños cantando “...vamos a la cama que hay que descansar, para que mañana podamos madrugar...”, entonces como era a fines de los años 70, éramos obedientes y nos acostábamos. Y todo bien.
Escuchaba y en algunas oportunidades vi, el programa “Vamos a ver” conducido por Raúl Matas. Célebres invitados, de esos que ahora ya no vienen a Chile. Bueno eso es un ejemplo. Pero generalmente no me quedaba, quizás porque no me lo permitían, a ver programas para mayores de 21 (probablemente ahora serían para mayores de catorce).
Para llegar al momento en que la tele nos enviaba a la cama, había que pasar inevitablemente por los noticieros. Un clásico, Sesenta Minutos. No va a faltar el fanático amargado que dirá (completamente fuera de contexto) “... ah, ese noticiario fascista, controlado por la dictadura y bla bla bla...”. Me da igual. Lo que me motiva no es la línea editorial de ese canal ni menos como se hacían las noticias. Sólo quiero tratar de recordar los rostros que leían las noticias. Por ejemplo, yo no recuerdo otras caras para los comentarios deportivos aparte del recordado Julio Martinez, y Pedro Carcuro. Eternos en el tema.
En las noticias mismas, los rostros más conocidos deben ser Raúl Matas y Javier Miranda. Mi memoria no es tan infalible y no quiero buscar más nombres en la red, para no quitarle libertad a esto.
Yo, que con suerte podía prender el Antu en blanco y negro que teníamos, me preguntaba ¿cuántos años tendrán que pasar para que yo tenga la edad de los que leen las noticias? Una pregunta muy rara para mi gusto. Obviamente nunca iba a tener la edad de ellos, los que nombre antes, pero aunque duela decirlo, el momento llegó.
Ahora estoy viendo tele, me gusta ver las noticias, lo que más puedo, me carga no saber que está pasando. Me encantan algunas lectoras de noticias, para eso están ahí. Pero esa pregunta que yo me hacía cuando niño, tiene su respuesta. No tengo la edad de Javier Miranda, pero si tengo la edad, e incluso soy mayor que algunos rostros de la noticia en algunos canales de televisión.
Qué triste.
Macarena Pizarro, Constanza Santa María, Soledad Onetto, Natalia Gutiérrez, Consuelo Saavedra, Mónica Rincón son algunas de las personas que son de mi generación. No hay hombres en esta lista pues creo que sólo Iván Nuñez podría estar cerca del rango etario. Después vendría el otro Iván, el de Canal 13, Iván Valenzuela, pero él es mayor que yo. Y lo es desde que yo nací. Mauricio Bustamante, Eduardo Riveros entre los que recuerdo, tienen más añitos que yo.
El momento llegó.
Y ya se acerca el día en que los lectores de noticias en nuestra televisión sean “los niños de las noticias” para algunos. Creo que exageré un poco. El tema es que ya no son “los viejos de las noticias”, ahora ellos tienen mi edad y no es porque hayan rejuvenecido, es porque yo ya no soy niño. “…Yo quería ser mayor… quería ser mayor…”
Hay muchas cosas que nos recuerdan la edad, pero los que leen las noticias cambiaron y no me di cuenta. Seguirán cambiando, espero no darme cuenta nunca.

miércoles, 14 de mayo de 2008

50 años atrás


Las vueltas de la vida. Los ciclos del hombre. Cualquiera sea la hipótesis, ya no hay duda que el planeta es casi redondo y que, para amargura de muchos, gira.
Como buen admirador del genial trabajo que hizo don Renzo Pecchenino, demostrado históricamente en su legado, tengo en mi poder una de las tantas publicaciones que hizo, al menos en vida, este bachiche transformado en porteño. Uno de sus tantos aciertos, me sirvió para hacer una analogía con un detalle que seguramente el vivió y que, sin duda, ya hubiese plasmado en alguna de sus características acuarelas.
En lo que podría ser la página 16 de los “Apuntes porteños” de Lukas (las páginas deliberadamente no están numeradas), aparece la caricatura que adjunto. En ella, el primero de los dibujos muestra a una pareja de habitantes del puerto, de muchos siglos atrás, obviamente con muy escasos trapos cubriendo su cuerpo. Abajo, una pareja en la misma posición, pero en los años 70 (década de la edición del libro), vestida con diminutos trajes de baño. Entre ambos croquis se lee lo siguiente: “Pobres indios... vestidos de pellejos”.
Vamos a dibujar mentalmente a los jóvenes de los años 50. jóvenes de corbata, pantalones anchos y con el cinturón más arriba del ombligo. Una impecable camisa blanca, un cabello muy corto peinado perfectamente a la gomina (gomina de verdad, no gel) y probablemente una elegante bicicleta o un despampanante Ford (de verdad, no como los de ahora) en el mejor de los casos.
Teniendo claro al personaje, consideremos que la televisión, que si bien es cierto se inició a fines de los 50 acá en mi tierra natal, se consolidó como medio de comunicación recién con el mundial de fútbol de 1962, que se hizo en Chile por si alguna pokemona no lo sabe. A raíz de esto y antes de la masificación de la televisión, el único medio que acompañaba a la gente en los trabajos, en sus casas y que tenía un impacto en la sociedad muy fuerte, era la radio. Si no me creen pregúntenle a Orson Wells, a ver que ocurrió con su genial idea de imaginar una visita extraterrestre y contarla por la radio, allá en los estados juntos.
Con la importancia que tenía la radio, que por cierto ya venía de muchas décadas atrás, el gran invento que me motiva a escribir es la radio portátil. La mismísima radio a pilas, esa que aún muchos ex jóvenes llevan, haciendo un gran esfuerzo físico al estadio tal como lo hacían en los 50. Ese invento que eliminó los tubos y permitió viajar con la radio, que en algunos casos podía escucharse con un audífono puesto en la oreja (en sólo una oreja) y que muchos jóvenes portaban, probablemente caminando por la calle o en alguna plaza compartiendo música, noticias o el mismo fútbol, ahora ha renacido.
Los jóvenes de hoy, los jóvenes de pantalones caídos, calzoncillos (o boxers) a la vista, muy delgados, algunos más osados con pantalones anchos, cadenas baratas, gorros, inmensas zapatillas entre otros detalles que casi todos sabemos pues los vemos a diario, han reflotado esta costumbre. Así como las vueltas de la vida, cincuenta años después, los cabros andan por la calle con sus radios portátiles en la oreja. No son los mp3, ni los mp4. son sus propios celulares. El tema es cuál suena más fuerte, cuál tiene más capacidad para almacenar mp3, qué sé yo. Ese es el tema para ellos.
El tema para mi es cómo se repite la historia. Como la juventud, así como tantas otras cosas, es cíclica. Tal como una juventud años atrás disfrutaba mientras los integrantes de The Who rompían sus instrumentos, en los años 90 otros jóvenes disfrutaban lo mismo viendo como hacían eso los locos de Nirvana. Todo vuelve. “...Que al mundo nada le importa yira, yira...” ,”... todo da vueltas como una gran pelota...”, así lo ven un par de músicos argentinos de diferentes generaciones.
La radio portátil, ese gran invento, aun se puede ver en los hombros de la juventud de hoy, sólo que ahora se llama “celular”. Si no tienes uno con mp3 (como yo) estás mal. Así que como yo estoy mal, sigo leyendo los Apuntes Porteños, uno de los mejores retratos del puerto, en donde Lukas se dio cuenta antes que yo naciera, de cómo el mundo gira y fue capaz de mostrarlo en una simple caricatura, un simple croquis. Imagino a Lukas con su radio en la oreja.

P.S: la idea original es de Alexis Romanf, mi papá.

jueves, 8 de mayo de 2008

IMOCIONES


Como en la canción de Brenda Lee, Emotions. Así se llama una nueva forma de hacer regalos con fotografías y diseñar álbumes de fotos por internet. El nombre me parece bien, no veo razón para que esté mal. Imagino que el concepto está bien desarrollado y que pensaron en uno de los tantos efectos que produce ver una fotografía, la emoción.
El problema es como lo pronuncian cuando hacen las menciones en la televisión. Según yo y según la recordada Brenda, en inglés esto debería pronunciarse “imoushons”, y no “emoushons” como lo dicen todos quienes mencionan este producto.
Lo que me merece duda y me parece raro, es que estoy seguro que esta primera “e” en inglés se pronuncia como “i”, al menos en esta palabra. Tengo la impresión que no esta bien pronunciado, ya que si vamos a decir la “e” tal como suena, entonces la palabra se lee tal como se escribe: “emotions”, lo cual es ilógico.
Insisto, debería ser “imoushons”, como dice la señora Lee.
Aunque suene raro como lo dicen en televisión, podría encontrarle una explicación. Si me fijo en el logo de la marca, la “e” de la palabra emotions, esta dibujada como una “@”, lo cual me permite suponer que esa letra representa el carácter de “electrónico” que tiene el trabajo. Es decir, por medio de Internet. Si así fuera, estaría bien la pronunciación de la “e” en español, como si mezclaran las palabras “electronic-emotions”, a la usanza del “electronic-mail”.
Ahora bien, usando este criterio y recordando este ejemplo del correo electrónico, de todas formas estaría mal dicha la primera letra de las emociones gringas, según como lo estoy oyendo por televisión.
Podrían pagarme por este tipo de menciones.

P.S. Otro ejemplo es el tema “Devotion” de la banda Earth, Wind and Fire (más conocida como “toma tu sopita”), se escucha muy claro como Philip Bailey pronuncia “Divoushon”. Eso por si sirve de algo.

martes, 6 de mayo de 2008

Como sacados de un blog


Otra vez el programa Estado Nacional me sorprendió. En esta ocasión sólo debo decir que se reunieron, ante mi asombro y sentados exactamente uno al lado del otro, el panelista Oscar Godoy y el Senador Carlos Ominami.
El cientista político que tiene TVN, que repite a cada segundo su horrible “digamos”, estaba justo sentado a la izquierda del senador invitado, el mismo senador del cual ya me quejé un par de semanas atrás por hablar tan mal. Así essssseeeee, estassseeeeee sorpresasssseeeee no me lassseeeee esperaba.
Pero tenía que estar el ingrediente principal y lo que gatilló esta mención. No es digamos, la manera de hablar de ambosssseeee. Se trata de algo muy importante: un nuevito lápiz BIC negro en la mano derecha del Senador, le dio el toque final al cuadro.
Es natural que en un debate o en una discusión ellos apunten ideas a mencionar o citas de los otros participantes. Bueno pues allí estaba, cumpliendo uno de sus roles, el clásico lápiz del tubito transparente.
Qué ingredientes más sabrosos, como sacados de un blog, un panelista que, digamos, habla digamos, horrible y un senador que essssseeeee de lossssseeee que hablan más feo.
El más piola y digno fue el BIC.
Otro aplauso para el rotor de cintas más célebre.

domingo, 4 de mayo de 2008

PARRA CAMBIARSE EL APELLIDO

A propósito de Gabriel Parra y los veinte años que han pasado ya desde su fallecimiento, hay un tema que mencioné sutilmente en el recuerdo que hice del baterista de Los Jaivas.
Claro porque hay muchos Parra en Chile, sólo que algunos son realmente Parra y otros, los más homenajeados y famosos son Cereceda, no Parra.
Todos lo saben pero como comercialmente no es productivo, nadie lo remarca, y a estas alturas los supuestos Parra ya tienen un nombre en el medio musical chileno. Y no gracias a su padre, el señor Luis Cereceda, quien en solo diez años de matrimonio con Violeta, nunca pensó en el desaire que le harían sus hijos Isabel y Angel. Tal vez no fue su intención, pero fue así. El apellido de Violeta se ha heredado convenientemente. Así también los hijos de Angel, Javiera y el otro Angel, el guitarrista de Los Tres. Todos son Parra pero en el fondo no es su primer apellido, el que todos usamos.
No sé si yo usaría sólo el apellido de mi madre si fuera comercialmente conveniente. Hace poco leí que el hijo del fallecido Julio Martinez, no quería usar el nombre de su padre para su empresa personal. Es decisión de cada uno.
Por ahora a los hijos del señor Cereceda, Isabel y Angel, a los hijos de este último, Javiera y Angel y a los hijos que éstos tienen o puedan tener, les tengo una noticia: en el mes de abril la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que permitiría cambiar el orden de los apellidos, al menos una vez en la vida a los mayores de 18 años. Esta misma ley permitirá a los padres elegir el orden de los apellidos de sus hijos al momento de inscribirlos.
Entonces, recién un año después de que el proyecto sea ley según el Diario Oficial, podrá concurrir Isabel, Javiera, Angel viejo y Angel joven, para transformarse en "Parra" de verdad y sepultar para siempre la ya olvidada herencia paterna del apellido Cereceda.
Imagino que debe ser bueno ser hijo, nieto o por último bisnieto de Violeta, ella no tiene la culpa, buenos dividendos económicos y además reocnocimientos históricos de por vida. Es bueno ser músico, pero ser un músico Parra, eso es cultural.
Ya familia Cereceda-Parra, vayan a ordenar sus apellidos y salgan sonrientes del registro civil, tal vez por ser Parra el trámite se lo hagan gratis.
Por eso yo celebro a Gabriel. Un Parra de verdad.

jueves, 1 de mayo de 2008

QUE FEO


"¿Qué será de ti?, necesito saber hoy de tu vida..."

Así canta Roberto Carlos la gran canción que por estos días, me ha hecho recordar a alguien que ha cambiado bruscamente su estilo de vida. Y digo que me ha hecho recordar, pues no he sabido nada de ella. He enviado a todos mis corresponsales en Santiago y en regiones, pero nadie me ha sabido dar noticias de ella. Algunos dicen que ya no quiere involucrarse con la prensa, no quiere farándula, no quiere C.Q.C ni S.Q.P. No quiere F.B.I. ni C.N.I. En fin, no quiere nada.
Lo que más lamento, es que nadie de mi confianza la ha visto en ningun programa de televisión, en ninguna portada de diario y, lo que es peor, en ningun tipo de templo.
Así de cruda es la realidad, nuestra ex ministra de educación, ya no profesa credo alguno. Las cámaras ya no la siguen, ya no va a golpearse el pecho los Domingo. Ya no tiene que aprenderse los cánticos de todas las iglesias protestantes que visitó. Ya no reza. Yasna no quiere ni confesarse, no quiere comulgar. Y todo porque a nadie le interesa, por eso no la buscan.
La fe es la fe. Y la fe sin cámaras, no es fe. Dios o como se llame para ella, no es lo mismo si no están los medios citados para que todo el país la vea por televisión.
Parece ser que un día Domingo sin cámaras no hay misa. Que feo Yasna.
Antes, me tomé la libertad de suponer que no habías hecho nada malo, que era una posibilidad nada más. Sin ser yo una persona que asista a misa, al menos no lo hago, y soy consecuente con ello, no le hago creer a nadie algo que no es. Ahora no te creo Yasna, simplemente no te creo.