martes, 31 de agosto de 2010

FLOJERA TECNOLOGICA

Años atrás, en un tranquilo evento recreativo en casa de alguien que no recuerdo, comentábamos al ritmo de algunos tragos y cigarros, lo que había sido la reciente presentación de la banda en algún lugar que tampoco recuerdo. Todo esto se ambienta en una noche santiaguina.

Estábamos los integrantes de ese momento de la banda, sus administradores, parte del personal adjunto y varios amigos fanáticos de John, Paul, George y Ringo.

Como era nuestra costumbre, llegábamos a la casa de alguien y compartíamos escuchando lo mismo que habíamos tocado hace un par de horas atrás. No sabía si eso era bueno o no, ahora sé que fue buena idea.

En un momento del carrete, luego de compartir experiencias, grabaciones escasas, rarezas de la banda, fotografías y otros cachureos sólo aptos para fanáticos, un tipo aparece mostrando su última novedad: el disco Rubber Soul, en su edición rusa. Obviamente los Beatles no cantaban en ruso, se trataba solamente de la carátula del vinilo.

Como si de su interior fueran a derramarse dólares o lingotes de oro, muchos se abalanzaron sobre lo que parecía ser algo nunca visto y que nunca volverían a ver. Yo compartía tal curiosidad, pero como ha sido mi costumbre, tales devociones hasta el día de hoy me causan rechazo, ni lo tomé.

Es más, cuando se enfrío un poco el momento no pude evitar hacer el comentario, con la sutileza con que generalmente trato de expresarme: “… que importante debe ser eso, mientras yo me aprendo las canciones de ese mismo disco, a partir de un caset pirateado que incluso tiene la carátula fotocopiada, ustedes van a ver como yo las canto y además nos admiran como banda por lo que hacemos…”.(La imagen es mi caset, el mismo al que hago referencia).

Recuerdo un silencio incómodo. Nada importante para mí, pero volvieron a felicitarnos, como siempre y todos seguimos bebiendo y fumando (Lucky Strike corriente como nunca he vuelto a hacerlo de nuevo) y todos fuimos amigos.

Recuerdo también cuando iba a las tiendas de discos, en pleno furor de los discos compactos, a revisar una carátula para rescatar la letra de algún tema que debía ensayar. Si no conseguía fotocopiarla, debía escribirla en algún papel, ahí sobre el mesón. Esto pasaba porque los ya extintos cancioneros, no satisfacían mis necesidades y mi inglés me permitía reconocer que estaban (casi por ley) absolutamente mal confeccionados.

Eran los años en que los teléfonos celulares eran muy escasos y se asociaban a personas con cierto poder adquisitivo. O sea, un lujo. Un ejemplo que menciono pues en estos días, un buen argumento para justificar el no haber llamado a alguien es decir “es que no tengo minutos”. Es verdad que los teléfonos públicos clásicos ya casi no existen, pero hay muchas centrales de llamados y locales o quioscos que en sus accesos tienen disponibles teléfonos para el uso público.

Así también por estos días, cuando en 2 ó 3 minutos, puedo enviar o recibir una canción por correo electrónico, cuando puedo (mientras tanto) bajar su letra desde algún sitio virtual y además, si mi oído me juega una mala pasada, hasta los acordes o las partituras del tema, me resulta prácticamente inaceptable escuchar de boca de músicos experimentados en el sistema de tocar música de otros, frases como “no he encontrado la canción”, o “no he podido bajar la letra”. Suponiendo que eso es así, la firma de esta mala excusa es decir “…es que me cortaron internet y no tengo cómo…”.

Hasta este minuto, yo no tengo conexión domiciliaria de internet, por eso cuando oigo esas frases mi estado de ánimo cambia notoriamente. Recuerdo haberme aprendido algunos temas devolviendo con el dedo algún vinilo si alguna parte no la entendía del todo. Recuerdo haber transcrito letras yo mismo desde un caset. Recuerdo una vez, no haber tenido ningún instrumento para aprenderme la línea del bajo de un tema. Esperé que en la radio tocaran algún tema que yo me supiera y así reconocer alguna nota, memorizarla y partiendo desde ahí (como hace un director con un diapasón) dibujar las notas de la canción. Funcionó.

Entonces yo me pongo a enumerar la cantidad de malas excusas que se han inventado para no hacer bien el trabajo. Tantos músicos que se enredan en explicaciones y sólo deben decir que es una lata hacer las cosas a la antigua. Parece ser que si no hay internet no puedes aprenderte un tema. Si no tienes saldo en tu celular no hablas con nadie, prefieres que todo el mundo te llame.

Es verdad, la nostalgia me agarró y no me quiere soltar, pero en el fondo, lo de la historia real que conté al comienzo de esto tiene por objeto mostrar el lado feo de los que trabajamos en esto: los ensayos. A mí me cargan, pero no porque no me guste ensayar, sino porque estoy tan acostumbrado a enojarme cuando alguien falla, que no lo paso bien. Excusas hay muchas, explicaciones hay muy largas, pero sin tecnología se puede trabajar, y cuando hay fechas que cumplir, el método clásico también funciona.

OKSERVANDO se mantiene vivo desde un ciber ($400.- por hora).

Se puede escribir así, no tiene que hacerse necesariamente desde un notebook, viendo televisión, acostado y con un café.


MAS COSAS ESCRITAS

El primer caso tiene relación con un recinto de venta de carnes que ya había sido citado en este blog. El mismo sitio en donde se vendía una sola “pata de pollo”, después de haber agotado la única alita que le quedaba, se instaló esta pizarra para promocionar los diferentes cortes de carne que ofrecen.

Es obvio el nombre de la carnicería. Me resulta curioso notar que se parece al nombre de una población muy habitada en Viña del Mar, la diferencia es que ese sector de la ciudad jardín se denomina “Miraflores” y no “Miraflore”.

Pero eso no es lo mejor, lo mejor es que ellos deben ser los únicos en tener “verdura congela”. Hasta el momento yo había visto en los supermercados verdura congelada y sé que se conserva bastante bien durante un tiempo, pero esta nueva modalidad no la conocía.


La segunda fotografía la tomé en calle Prat, en Valparaíso.

Algo se puede rescatar de ella. En primer término, es evidente el mensaje que se quiso o se intentó perpetuar en aquella pared. Asimismo está claro que la escritura fue abruptamente interrumpida por la aparición de algún elemento disuasivo. Probablemente el mismo día de las manifestaciones convocadas para protestar por la instalación de dicha planta generadora.

La prisa por huir del lugar, llevó al artista del grafiti a cometer un par de errores. El primero, es haber cambiado intempestivamente la letra “E” por “e” dentro de la misma palabra compuesta.

Al final de todo, el texto que no alcanzó a terminarse, fue descuidadamente acentuado en la letra equivocada. Apenas se nota la última “e” de la palabra, de hecho, no se entiende, pero uno la intuye.

Y esto me obliga a recordar que leer no supone cultura automática, tampoco pintarse los pechos o tocar un zurdo el día de los tambores o, por último, venir todos los años a los carnavales alcohólicos de Valparaíso.

El gremio de la cultura en Chile se movilizó fuerte para lograr el objetivo del que trata esta mala pintura callejera, ojalá que este pintor no pertenezca a él, al menos todavía. Y si estuvo apurado y arrancó al pintar, no lo veo muy comprometido con la causa.


viernes, 27 de agosto de 2010

TERMOELECTRICA AMBIENTAL

Revuelo nacional causó en las tan popularmente llamadas “redes sociales” (facebook y twitter, las más usadas), la noticia de la instalación de una planta termoeléctrica en el pueblo de Chungungo, a algunos kilómetros de Punta de Choros en la cuarta región.

Se organizaron marchas pacíficas en protesta por esta determinación de la COREMA de la región de Coquimbo, que ya había aprobado su instalación en este Santuario de la Naturaleza. Y todas estas movilizaciones se convocaron mediante estos medios virtuales, con una gran convocatoria en varias regiones del país. Algunas terminaron bien otras no tanto.

El tema es que al parecer el Presidente de la República era el único que podía revocar esta determinación de la comisión del medio ambiente, y muchas de las marchas mostraban escritos alusivos a que Piñera en su silencio, estaba dando luz verde a la iniciativa empresarial, atentando con el patrimonio natural del sector.

En entrevistas en televisión, un representante de la empresa que haría el proyecto siempre aseguró que tenían todos los papeles en regla, siendo el más llamativo y digno de discusión, el estudio de impacto ambiental, el cual se encontraba absolutamente aprobado.

Finalmente, Piñera cedió ante la presión popular y anunció que, en acuerdo con la empresa, se buscará otro sitio de destino para esta planta termoeléctrica.

Por ahí alguien en televisión dijo que esta planta no debería instalarse en ningún sitio de nuestro país. En ese tema yo no estoy tan informado. Es decir, no hay duda que se trata de un proyecto contaminante, sin embargo, hay muchas cosas que nos contaminan desde hace años y nadie ha hecho nada por ello. Sobre todo cuando en algunos casos los poblados se han instalado en sus cercanías, después de las fábricas, plantas generadoras de algo o refinerías y sus consecuentes emisiones.

Excepcional es el caso de la gente de Chungungo, quienes me imagino, fueron los únicos que públicamente respaldaron la presencia de esta generadora de electricidad en ese lugar, por un tema de generación de empleos y de progreso para este pueblito de no más de 200 habitantes. Obvio, pesaron menos que el aire caliente.

Muchos están esperando saber donde se propondrá emplazar esta planta y en qué condiciones. Por otra parte es muy probable que en el gobierno estén jugando un ajedrez con esta decisión, junto a la empresa involucrada, principalmente para concluir algo que pueda terminar en una oposición con características de revuelta popular, más que en una decisión acertada para los intereses del país y los empresarios.

Mi pregunta es la siguiente ¿a alguien le preocupa el nuevo estudio de impacto ambiental que se haga luego de proponer una nueva ubicación para esta planta termoeléctrica?

A mí no.

Simple. Si ya se había hecho un estudio de esta índole, a veintitantos kilómetros de esta reserva natural tan protegida, y se había aprobado, ¿qué problemas va a tener esta empresa para que le aprueben otro estudio de impacto ambiental en un lugar en donde supuestamente debería estar lejos de toda señal de vida?

Ya tienen algo seguro.

Y yo ya tengo algo claro, el próximo sitio en donde se proponga, será el último. Igual habrá marchas, que los peces, que el río, que la pacha mama, los cactus, etcétera. Siempre algo morirá con la contaminación que esta cosa produzca, sin embargo el presidente (cualquiera que sea, ante cualquier contingencia como ésta) no siempre escuchará tan atentamente a la gente.

¿ESTUDIANTES EN PRACTICA?

En el programa “En portada” de UCV televisión, una suerte de SQP escondido en un canal regional, se recordó el episodio que vivió la cantante Katherine Orellana hace unos días. Se trata de un accidente automovilístico en el que ella participó en el mes de Marzo de este año, encontrándose bajo la influencia del alcohol. Fue citada en variadas oportunidades a presentarse a un juzgado por este tema, sin asistir en ninguna ocasión. Esto llevó a que la joven fuera finalmente formalizada y detenida por la falta, agravada por su rebeldía.

En términos de farándula, esto se transformó en noticia. El joven que relataba los hechos con más precisión que yo, se refería a ella como la “ex gordita simpática”, y fue ahí cuando hizo alusión a su participación en el programa Rojo, la operación que la hizo bajar considerablemente de peso y su presencia en el reality show “Pelotón”. Para comparar lo que supuestamente era una carrera exitosa con su presente, después del choque en el que participó estando arriba del balón, el narrador dice: “…y cuando todo parecía que cambiaría… con el paso del tiempo… nada fue igual…”.

Una frase que no dice nada. Es como decir “y cuando todo parecía que cambiaría… cambió…”. Me atrevo a sugerir que el redactor trató de dar a entender que cuando todo parecía que iba bien, cambió, obviamente para mal. Pero no se notó.

Un error lo comete cualquiera, pero al mando del señor Danus, en un programa con personajes que se jactan de poseer contactos privilegiados y primeras fuentes, con portal en internet, feacebook y twitter, creo que este tipo de faltas en la redacción, no son tan perdonables.

ATENTAS FACTURAS

En una tradicional ferretería de Valparaíso, ubicada en calle Chacabuco esquina Rawson, fue tomada esta fotografía. Aun en presencia de la plana mayor de la empresa (a juzgar por la apariencia y sus escritorios), y justo en al frente de ellos, está emplazado este letrero que invita a todas las facturas a que avisen de su presencia en el mesón. Si vas con tu novio o novia, no importa, si vas con tu esposa a comprar, da igual. Mientras haya seres humanos en el interior de este local todo está normal, pero si a alguna factura (chilena o argentina) se le ocurre ingresar a la ferretería, debe avisar en el mesón. Un mesón muy particular, sin el tilde en la “o”.

martes, 24 de agosto de 2010

ESTAN BIEN LOS 33


Ya lo comentó un amable conductor de televisión, muy temprano en la mañana el Lunes 23 de Agosto, de 2010.

A estas alturas no hay periodista de televisión que pueda reconocer públicamente al menos, que no posee una cuenta Twitter. Si bien, no todos los personajes de la televisión alejados de la farándula, se han atrevido a publicar sus vidas en la red facebook, sí en cambio, muchos han accedido a integrarse a esta rápida y práctica forma de comunicarse. Los mismos quienes han estado en pantalla en horarios extraordinarios y otros tantos que han viajado a Copiapó y se han desplazado hasta la mina que ha hecho noticia las últimas dos semanas.

La maravilla de las comunicaciones entrando al siglo veintiuno nos permite estar conectados en tiempo real con gentes de diversos puntos del planeta y Chile no escapa a esa tecnología. Minuto a minuto diferentes sitios en la web han estado actualizando información desde el primer día que se supo acerca del derrumbe y de los mineros atrapados en el norte de nuestro país.

En los noticieros de la televisión, aunque no han abandonado del todo las ochenteras hojitas sobre la mesa, ya no se ve a los lectores de noticias sin un notebook o netbook disponible. Prueba de su uso son los comentarios que escriben algunos periodistas en Twitter, en pleno desarrollo de los noticieros o por lo menos durante los comerciales.

Estos mismos periodistas (no sé si quedan lectores de noticias que no ejerzan esa profesión) son quienes mueven todos sus recursos tecnológicos con el objetivo de dar ese mítico golpe noticioso o tener la primicia que todos quieren publicar antes que otros.

Y resulta que, como dijo este conductor matinal, la noticia más importante de los últimos tiempos, el golpe noticioso más fuerte que al menos yo personalmente logro recordar, venía en un trozo de papel, escrito a mano con un plumón rojo, sin faltas de ortografía (salvo la mezcla de mayúsculas y minúsculas), tal vez como si se hubiese escrito en el siglo pasado, cuando no había telefonía celular y menos internet. Nunca un trozo de papel iba a ser más importante que el excesivo uso de twitter que debe registrar nuestro país, más impensable aun es imaginar que un mensaje tan mínimo podría llegar a causar el efecto que produjo ese papel en todo el país.

Quizás contaminado por el ambiente “tuitero”, el periodista Iván Valenzuela se refirió al mensaje, la noche del Domingo de la noticia, diciendo “un papel con 25 letras y 2 números”.

Para no ser menos, esta simpleza comunicacional que ha conmovido al país, me ha permitido ser un poco más rebuscado. En estricto rigor, para que esta nota del papel selle su victoria en la competencia por la efectividad, en contra, por ejemplo, de twitter, debo decir que esta red del pajarito, que acepta como máximo mensajes de 140 caracteres, cuenta también los espacios entre palabras. Si leemos la nota escrita con plumón rojo, veremos que efectivamente como dijo Valenzuela, consta de 25 palabras, 2 números y, en un ejercicio muy simple, también podemos contar 6 espacios (entre palabras).

Si este mensaje minero se hubiese escrito en twitter, o en un mensaje de texto en algún equipo telefónico, habría sumado en total 33 caracteres.

Una coincidencia con el número de mineros que se encuentran atrapados aun, sobre la cual no he escuchado especulaciones, al menos en televisión.

Dejo la inquietud.



NOTA.

Es muy probable que al regresar a la red después de una prolongada ausencia, me encuentre con esta y muchas otras suspicacias al respecto.

Por eso debo aclarar como muchas veces, que en algunas notas, me encuentro totalmente desconectado y desinformado. La idea ha querido ser siempre proponer una idea sobre algo y no informar o repetir lo que cualquiera puede leer en cualquier sitio. Si ese es el caso ahora, lo lamento, sólo llegue tarde.

SE LO ESCRIBO A TI

Hace ya unos días escuchaba la radio Corazón, quizás el programa del Rumpi, no recuerdo bien. En el momento de la tanda de comerciales, apareció una alegre canción que repetía constantemente “seis noventa y nueve, seis noventa y nueve...”, en un ritmo que no recuerdo, quizás reggaeton o simplemente cumbia.

La publicidad hacía mención a una oferta de un supermercado que tenía en promoción un kilo de mayonesa de una marca que tampoco recuerdo, a sólo $ 699.-

Poco acostumbrado a esas tácticas publicitarias, hice el comentario acerca de lo pintoresco de la canción, sobre todo sobre la melodía con el valor de un producto. Por un momento me imaginé como sonaría esa misma publicidad en la radio Oasis, que de todas formas tiene una línea editorial y un público objetivo evidentemente diferente de la emisora del “Chacotero sentimental”.

Así también en un madrugador programa de la radio Oasis, Enrique Evans, con ese tono de voz pasado a café y tostadas en la cama, como si condujera su espacio por teléfono y aun acostado, mantiene esa costumbre que tenía a mediados de los noventa en aquella radio Horizonte, cuando pensaba en voz alta cosas alusivas a experiencias personales en otros continentes, países o ciudades, como si se tratara de vivencias perfectamente factibles de ser vividas por cualquier chileno. Claramente el público objetivo de radio Corazón no está cerca de haber compartido este tipo de experiencias.

Así también la seriedad (independiente de la “credibilidad” lo cual no es mi tema) del diario La Tercera en la publicación de alguna de sus noticias (por ejemplo), contrasta notoriamente con la forma y el fondo de lo que publica el diario La Cuarta.

El asunto es claro, todos tienen su público objetivo. Cada producto está orientado a quien queremos que lo consuma.

Sin embargo hay algunas notas confusas al respecto. En el ámbito de las llamadas a los números de servicio de las compañías de telefonía móvil, es común oír, antes de encontrar lo que buscamos, alguna promoción en la que la operadora, con una actitud vocal muy entusiasta dice algo como :” ...¡ compra ya tu bolsa de mensajes... !” Termina su promoción y luego otra amable voz femenina nos asiste diciendo : “ para recarga, marque uno, para consulta de saldo, marque dos...” (*)

Entonces yo debo suponer que la promoción era para mi y las opciones de asistencia telefónica está destinadas a mi padre. O desde otro punto de vista yo podría pensar que la promoción no es para tomarla en serio, sí en cambio la asistencia que busco.

En la televisión la situación parece ser un poco más cruda.

No sé si debido a que la generación de los mandos medios en los canales no usa tanta corbata y entre ellos se tratan de “tú”, es que algunas alusiones a los televidentes no están claras.

Al menos en los sitios virtuales de algunas estaciones televisivas se pueden leer algunos ejemplos: La Red, “La Red junto a ti”, “Telediario interactivo, entérate de las noticias en sus cuatro ediciones...”, “... de lunes a viernes a las 17:00 hrs. descubre un nuevo caso en que...” Queda claro que La Red nos tutea.

En el sitio de Chilevisión hay dos ejemplos: “...Envía tus preguntas aquí y La Jueza te responderá este miércoles...” y “...Conozca cómo viven la sexualidad hombres y mujeres en “Cárceles”. Acá puedo concluir que en el programa “La Jueza” me tutean pero en la serie “Cárceles” me tratan de otra forma.

En el sitio del Canal 13 Cable hay más frases que parecen determinar que debo ver yo si me siento cómodo cuando me tratan de “tú” o qué debería ver si ese trato me molesta. Otra visión es pensar que aunque los contenidos de Canal 13 Cable tendieran a orientarse a un público de un rango etario mayor y de una supuesta condición socioeconómica acomodada, también parece que se tiene conciencia del tipo de personas que manejan con mayor fluidez la navegación en internet, quizás por eso suena tan ambiguo el trato que dan a sus seguidores, al menos en su sitio con palabras o frases como las siguientes: “Lo invitamos, véanos, escríbanos, prepárate para ver con otros ojos, descubre...” En fin, en el link que el sitio ha destinado a contacto, aparece claramente la palabra “escríbenos”.

Afortunadamente no es un tema que tenga que ver con mi propia edad o condición social, es algo que en general no se tiene muy claro. Hilando más fino quizás podría decir que las personas encargadas de diseñar los sitios web son más jóvenes que quienes en teoría están visitándolos y por ahí se podría encontrar un cierto desfase.

Pero a mí me da igual.

Ojalá te haya parecido novedoso lo que le escribimos a usted.






¿VEHICULOS SIN LEY?


En la histórica publicación acerca de Valparaíso, realizada por el maestro Renzo Pecchenino, llamada “Apuntes Porteños”, se puede apreciar, en su único e inolvidable estilo, una mención acerca de un reglamento para los conductores de asnos de esta ciudad. Esto que se supone regía a comienzo de la década del 40, estaba orientado principalmente a normar las buenas costumbres en los conductores y de alguna forma proteger a los animales.

Aunque suene ridículo en estos días pensarlo, los conductores de burros tenían que estar registrados en la municipalidad hasta con fotografía y debían cumplir una serie de normas que, incluso a mí, me parecen un poco exageradas.

Sin embargo, me parece que Lukas no hizo una proyección de esta realidad en el tiempo. Esto puede deberse a que este documento dibujado íntegramente por él, fue publicado en 1971 y entonces no existía el parque automotriz que tenemos hoy y que colapsa nuestras calles ante un sencillo topón entre micros.

Resulta que al extrapolar la situación, aun en estos tiempos, los burros han sido reemplazados hace muchos años por los inmortales triciclos.

Este vehículo, que se pone de moda cuando aparece en televisión luego de cada inundación en Santiago, acarreando personas, viene a reemplazar al asno en el transporte de diversas mercaderías. Una diferencia podría ser que en los 40 los burros estaban autorizados a subir cerros con cierta cantidad de carga. Ahora, aunque los triciclos estuviesen “autorizados”, su propulsión humana no conseguiría el objetivo.

Pero ocurre que cualquier persona con mínimas nociones acerca de conducir una bicicleta, puede guiar este medio de transporte. Solo se requiere tener piernas fuertes ya que hay que llevar peso.

Desconozco si hay una legislación con respecto a sus desplazamientos en la ciudad (ni hablar de sus conductores), pero me parece que debiera primar las normas que rigen la conducción de bicicletas. O sea, dudo que haya normas.

Por eso, si los conductores de bicicletas o triciclos, no tienen una formación acerca de normas básicas para conducir en la ciudad, como por ejemplo, una edad mínima, un peso mínimo de carga y lo más importante: una preparación en el ámbito de las normas de tránsito, lo suficiente como para poder interactuar con los vehículos motorizados, que sí deben regirse por normas, lo mismo que sus conductores.

Ayer crucé por un paso de cebra una calle de tres pistas, la más lejana a mi estaba vacía, así que avancé con precaución por delante de dos vehículos, cuando de pronto, a mucha velocidad, apareció por la última pista, un triciclo.

Alcancé a detenerme y así logré evitar un gran problema. Mi sorpresa fue notar en el rostro de su chofer, una actitud indolente y fría. Evidentemente ni se había percatado que paso por encima del cruce de peatones a una velocidad muy poco moderada, considerando la situación.

He visto algunos cruzar una calle en cualquier punto, los he visto girar en “U” con el conocido riesgo que implica eso, más aun cuando debido a la tracción del hombre, sus desplazamientos en curvas no son muy ágiles.

¿Quién regula esto?

Creo necesario agregar a este caso, el tema de las bicicletas y las patinetas o “skates”. Pero no me refiero a las bicicletas deportivas o de paseo que circulan por ciclo vías en Santiago (allá las llaman “bicis”) y que sólo las usan las actrices o artistas que generalmente son vegetarianos o ecologistas para la foto. Tampoco hablo de las patinetas que sólo se mueven en los jardines o plazas privadas de algunos barrios o condominios. Me refiero a los que circulan por la ciudad, por nuestras calles, entre miles de automóviles de variadas envergaduras.

Me refiero a la nula regulación que tienen los desplazamientos de estos rodados propulsados por el hombre. Generalmente los menores de edad o los siempre dignos trabajadores que manejan triciclos, no tienen capacitación relativa a las normas de tránsito, sobre el derecho de paso, las señalizaciones o los peatones.

Me parece que lo peor de todo es que ellos no requieren de algún documento que los autorice a circular entre nosotros. Sé que no se pueden prohibir, pero sí pueden normarse, y así evitar problemas en las calles de Valparaíso.

No escribo esto a raíz de un accidente. Lo escribo a raíz de un pequeño susto que pasé, y antes de que ocurra algo peor.

Tómese razón, comuníquese, publíquese y archívese.





miércoles, 11 de agosto de 2010

ESCRITURA DE MENTIRA


Toda protesta es digna de ser escuchada, o en este caso leída.

Aun así me parece poco discutible la forma que se usó en contra de una pequeña peluquería que por su aspecto externo, parece estar equipada para algunos trabajos más elaborados que sólo cortar el cabello.

Está claro que por más que alguien trate de embellecer dentro de este recinto, los resultados demostrarán inequívocamente que esto no es una clínica de cirugías plásticas o disciplinas médicas parecidas o afines.

Con respecto a eso debo recordar que las peluquerías, aún cuando nunca fueron un tema para mi estética, en ningún momento de mi vida, existen de toda la vida del universo. Algunas con los años se han especializado o renovado y proveen de más y mejores servicios, pero siguen siendo eso: un lugar donde te cortan el pelo, te afeitan, te depilan, te arreglan las uñas y te maquillan. Al menos eso parece que hacen en este pequeño sitio.

No sé si amerita la bronca con la que se rayó en su cortina metálica la frase “BELLESA DE PLASTICO”, sobre todo alguien que seguramente se maquilla o se corta el pelo, aunque sea verde o sólo en algunos sectores del cráneo, da igual, hay una preocupación, tan legítima como la de las personas que se gastan parte de su dinero en eso y no en pintura spray para cuestionarlo, sobre todo con la sutileza de no saber de belleza, ni de cómo escribirla.

LLEGO POCO

En esta carnicería cercana al sector plano de la ciudad de Viña del Mar, también se venden pollos y cerdos. Sólo veo lo que dice ahí, jamás he ingresado a comprar nada.

Se hace inevitable detenerme a leer el aviso en la pizarra afuera del local.

Su escritura es rara por decirlo de alguna forma. Si vende sólo patas de pollo, imposible es pensar que dispone de sólo una pata para la venta, primero porque a nadie se le ocurre vender sólo una unidad de un producto, no es negocio, y segundo, los pollos son bípedos, y si tuviera que matar a un pollo, aprovecharía las dos patas y no sólo una.

Pero no sólo eso, ya antes había tenido a la venta “alita” de pollo, pero parece que en este caso sí disponía de sólo una, ya que se le agotó, o mejor dicho, la vendió. Raro, los pollos tienen dos alas también.

En cualquiera de los dos casos, el encargado debió escribir: “Llegaron: Alitas de pollo, patas de pollo”. Ahora, si uno de esos productos se le acaba, es mejor reemplazar el término “llegaron”, ya que es mejor decir “hay”, aunque sean dos unidades y de un sólo producto.

No me habría detenido a escribir tanto sobre esta pizarra, si no hubiese notado un pequeño detalle que amerita el espacio y, ojalá, la atención de quien está encargado de publicar las ofertas en la vía pública.

Cerca de la puerta de este negocio hay un papel pegado en la pared que dice: “Hoy riCAS EMPANADAS A $ 250”.

Alcanza a verse en uno de los extremos de la fotografía. Y sobre eso puedo decir que, si bien en el papel no es tan notorio a simple vista, al escribirlo aquí, se destaca una quizás involuntaria indecisión al escribir las palabras “hoy” y “ricas”, ya que el comienzo está bien, pero desde la “C” en adelante no debió seguir escribiendo con mayúsculas o, por el contrario, haber escrito todo el texto con letra capital.

Esto explica lo de la pizarra, hay que avisarle a alguien.

INUTILES O MALOS

Tarde o temprano, depende del punto de vista. Pero era de noche o al menos el cielo estaba oscuro.

En la calle Condell, en Valparaíso y debido a los trabajos que allí se realizan desde hace ya un tiempo, se han ubicado variadas señalizaciones en la ciudad, algunas muy útiles, otras bien escritas, las hay también mal escritas y por supuesto, inútiles.

En esta ocasión, con alguna copita demás me animé a fotografiar este aviso en esa calle entre plaza Aníbal Pinto y Bellavista, en el cual me tratan de “senor”. Me imagino que el pintor fue convocado a tomarse alguna cosita y en su apuro descuido el detalle.

Ya había apuntado poco tiempo atrás algo acerca de una foto que tome, en la cual se anuncia un desvío por calle “URREOLA”, calle que no existe. Bueno estos avisos se encuentran entre los mal escritos.

Hay otro aviso producto de estos trabajos que precisamente anuncia la ejecución de éstos. Dice: “TRABAJOS EN CALLE CONDELL”. Esto podría eventualmente ser de gran ayuda para automovilistas y / o peatones, siempre y cuando se encontrara bien ubicado. Este letrero se encuentra agarrado de un poste del alumbrado público, a unos cuatro o cinco metros de altura aproximadamente, en la intersección de calles Las Heras y Pedro Montt, en las afueras de la farmacia Ahumada. Esta orientado de tal forma que puede ser leído cómodamente por los automovilistas que vienen por avenida Pedro Montt, en dirección hacia la Plaza Victoria.

El punto es que, para quien quiere tener acceso al puerto, viene por esta central avenida y ya ha sobrepasado esta intersección, no tiene más alternativas que seguir su camino por avenida Brasil o calle Errázuriz. Es menos probable que se use calle Salvador Donoso (continuación de Chacabuco), ya que esto sólo conduce a Bellavista y de preferencia para subir al cerro.

En otros términos, bien poco le sirve a un automovilista en este punto de la ciudad, saber que se hacen trabajos en calle Condell, si ni siquiera se especifica si es que esta arteria se encuentra cerrada o no al tránsito vehicular. Si alguien entra a la ciudad por el cerro, como viniendo de Santiago, hay otras alternativas para acercarse a Condell, precisamente a pie de cerro (sólo acercarse, ya que no se puede seguir por ahí desde P. Montt). Si alguien accede a Valparaíso desde Viña del Mar, y pretende llegar hasta ahí o cerca, nunca circulará por Avenida Pedro Montt, bordeará el centro y jamás verá este aviso.

Me parece que ubicado en la plaza Wheelwright, sería de mayor utilidad, así quienes vienen de ese sector del puerto, ya sabrían que alternativas tomar en caso de querer pasar por el centro o tomar alguna calle que los acerque a los cerros por el plan.

Un aviso inútil.

miércoles, 4 de agosto de 2010

TRATA AQUI


En la esquina de calle Molina con Condell, frente a la Plaza de la Victoria, se encuentra disponible este espacio publicitario. La ubicación es buena, se ve desde lejos, sin embargo, el lienzo que dice “SE ARRIENDA” y que está puesto ahí descuidadamente, no está a la altura de lo que podría cobrar el dueño del espacio por su uso.

Ahora, el problema mayor, es que si alguien se interesa, no tiene un teléfono de contacto, o alguna referencia para comenzar el negocio. Simplemente dice de manera poco clara “TRATAR AQUI”.

Traté de subir para conversar con alguien, pero entre el cuarto y quinto piso del edificio, donde está el lienzo, no vi a nadie. Hay que tener condiciones de hombre araña para llegar hasta ahí y tratar de conversar con alguien. Inútil.

TODO A 500, 1000, 2000, 3000...


¿Cuál es la idea de este letrero?

Una de las tantas tiendas que hicieron furor hace algunos años y que todavía sobrevive, en calle Esmeralda en Valparaíso, expone de esa forma su invitación a comprar a muy bajo precio. El detalle es que uno se acostumbró a llamarles “todo a quinientos” a estos negocios, independiente de los valores que se cobren por sus productos.

Ahora, personalmente no le encuentro mucho sentido a informar que allí puedo encontrar productos a $ 500.-, $ 1000.- y más.Es decir, lo que se vende en su interior tiene como valor mínimo la suma de $ 500.-, y luego, de ahí en adelante, da lo mismo el precio. Podría ser cualquier tienda en la ciudad y no necesariamente una que se llame “Poca Plata”. Ni un brillo.

ACENTITO


En la pastelería y panadería Maggy, en calle Edwards en Valparaíso, están bastante preocupados por el pan, los pasteles y la fiambrería. Tanto que se les olvidó acentuar gráficamente la palabra “lácteos” en su letrero.