lunes, 18 de agosto de 2008

CERCA DE LA ESCUELA


Una de las novedades que me ha presentado la transmisión nocturna de los Juegos Olímpicos de canal 13, es un spot comercial de uno de sus auspiciadores, la Escuela Naval.
No estoy particularmente interesado en promocionar el ingreso a esta institución así como tampoco me vincula a ella nada que me haga escribir al respecto.
Sólo quiero plantear en esta nota mi agradecimiento a los creativos del spot comercial, al menos de un par de estos, en la presente campaña publicitaria televisiva.
En uno de ellos aparece un joven y una lola, independientes entre sí pero que cuentan paralelamente sus experiencias en breves tomas de sus rostros y sus vivencias al interior de la Escuela. El joven se muestra con un corte de pelo normal, previo a su ingreso a la institución y finaliza el spot diciendo: “yo entré a la Escuela Naval”, con el clásico corte de marino.
Este momento llega después de contar que cuando suena la diana tienen que partir inmediatamente a las duchas. Luego la niña comenta que no hay tiempo para quedarse en la cama y decir “cinco minutos más....”. en otra parte ella misma asegura que tiene problemas con los pies y que lo de marchar no es lo suyo. El muchacho aporta diciendo que los deportes son entretenidos pero muy sacrificados.
No alcanzo a recordar mayores detalles, sin embargo quiero destacar el espíritu con el que se le hace una invitación a los jóvenes para que experimenten esta diferente forma de hacer la vida. A pesar de que aun muestran los otros comerciales en que se ve a jóvenes contándoles su experiencia a sus amigos mientras la cámara los capta tocando guitarra o cantando karaoke, en lo que parece ser una realidad muy diferente a lo que se vive al interior de la Escuela Naval, estos nuevos spots, se aproximan más a la realidad, se nota que quieren acercar la institución a los jóvenes dormilones, diciéndoles desde ya que adentro no puedes enrollarte en las sábanas, a los jóvenes que odian los desfiles o que con suerte juegan a la pelota en el barrio, a quienes les dicen claramente que ahí la disciplina es una forma de vida.
Agradezco ese pequeñísimo intento, ese ínfimo gesto de acercamiento, de honestidad al no mostrar por televisión que la Escuela es un paraíso. Tal vez lo es, pero costará mucho verlo. Un joven podrá ganar mucho dinero luego de egresar y conocer el mundo, pero es muy caro y mantener un buen rendimiento y comportamiento para no ser expulsado es sólo fruto de un gran esfuerzo.
Esto lo menciono estrictamente según mi apreciación personal.
Que bueno que un joven le diga a los jóvenes que estar en la Escuela Naval cuesta, pero que vale la pena. Es un buena idea intentar al menos mostrarla más humana y más cercana, lejana del “glamour” del 21 de mayo y de los viajes en la Esmeralda, más cercana a las duchas, a los trotes matinales o la intensa disciplina deportiva.
Por ahí va la cosa.

sábado, 16 de agosto de 2008

NOTICIA ORTOGRAFICA

No me podía fallar, ahora el noticiero de TVN, “24 horas al día” de hoy Sábado 16 de agosto me tenía preparada una sorpresa de esas que paran los pelos.
No vi nada extraordinario,ni sangre ni muerte, ni menos una misa del Papa. Tampoco me sorprendí por un triunfo de Colo Colo.
Lo que vi fu espantoso. El encargado de escribir en el GC (generador de caracteres) se mandó un condoro de aquellos.
En las noticias alusivas al temporal de este fin de semana en la zona central del país, se mencionaron los efectos que tuvo en algunos lugares donde hubo anegamientos de casas, socavones, como el de Reñaca, en fin, lo que estamos acostumbrados a ver cada vez que llueve.
La noticia se centro en los ochenta milímetros de agua que cayeron en Santiago, menos que lo que cayó acá en Valparaíso.
No escribiré más. Si alguien quiere ver la noticia, ojo con la primera nota, apenas Mónica Rincón hace la pausa, se vienen las imágenes de Recoleta e inmediatamente aparece escrito en la parte baja de la pantalla el condoro.


Este es el link al portal de 24 horas:

http://noticias.tvn.cl/detalle.aspx?ids=1&idc=260304&p=on

viernes, 15 de agosto de 2008

MALA FORMA DE BEBER


El jueves 14 de Agosto, decidí a última hora salir a dar una vuelta solo. Necesitaba con urgencia una cerveza después de compartir un duro día de mudanza. Llegué como ha sido una de mis más recientes costumbres hasta El Abasto. Ya una vez escribí sobre este lugar cuando entró un grupo numeroso de carabineros sólo para cursar una infracción. Bueno, esta vez fui a apoyar la causa, una buena banda funky llamada Pichanga, tocando en vivo, y la esperada Escudo en mi mano. No era tan terrible para estar solo.
Era casi ideal. Me encontraba al final de la barra conversando con uno de los saxofonistas del grupo, minutos después de que habían terminado su show, cuando sentimos unos ruidos desde afuera, como si alguien estuviese estrellando su cuerpo con la cortina metálica en reiteradas ocasiones. Era muy raro pensar eso pues la cortina, por razones obvias, estaba abierta. Pensando que eso era todo, el carrete no se alcanzó a ver interrumpido y no me moví de mi lugar.
De pronto un golpe seco, fracciones de segundos antes de una lluvia de trozos de vidrio, cambió todo. Cayeron vidrios por todos lados, incluso en la barra. Como la curiosidad siempre puede más, muchos miramos hacia el gran ventanal que el local tiene y pude ver uno de sus vidrios con una perforación circular. Un piedrazo bien puesto, nada más. Tomé mi botella de cerveza, dejé mi vaso en la barra, pensando que podría tener pequeñas esquirlas de vidrio, mientras pasó un tipo con su frente herida por mi lado raudo hacia el baño. Mucha gente no notó al interior del lugar lo que estaba pasando, suelen quebrarse botellas y vasos en los bares, pero cuando vi a través del vidrio unos tipos amenazando con botellas en la mano, pensé que esto no había terminado. Así fue como entró una de las botellas arrasando con otro vidrio e impulsando los trozos de este muchos metros hacia adentro. Entonces todos nos ocultamos tras los pilares.
Por mi parte alcancé a recibir algunos golpes de vidrios en mi espalda, imagino que porque atiné a darme vuelta cuando vi a los niños apuntando sus botellas al local. Eso es una anécdota al lado de algunas personas que pasaban rápido hacia el baño con sus manos sangrando cubiertos con trapos o ropas creo yo.
La música ya se había detenido para entonces, el carrete se había funado. No quedaron vidrios buenos, los encargados llamaban desesperadamente a la policía y se abrió una puerta de escape por un costado. Llegaron los carabineros muy aperados como buscando delincuentes al interior del recinto, en circunstancias (como dicen ellos) que los malos de la noche estaban afuera y seguramente pasaron por su lado. No hubo mucho que discutir, tomé lo que pude de cerveza y seguí las instrucciones saliendo tranquilamente. El paso por la zona de la ventana, para salir por el escape, estaba como para andar con zapatos de suela ancha y dura.
Lo que hice después a nadie le importa, pero caminé hacía abajo sorprendido por el despliegue policial. También me sorprendí cuando vi, en los arreglos que se están haciendo en la calzada de calle Cumming, como algunos niños botaban las barreras y cintas que están dispuestas para evitar accidentes o caídas a la excavación, burlándose del cuidador de la obra, quien en vano trataba de reponer la ubicación de estos elementos.
Todos sabemos que en el sector de la Avenida Elías, en la esquina con Cumming, donde se encuentra ubicado El Abasto, se llena todos los días de jóvenes y no tan jóvenes que se reúnen para tomar copete (beber alcohol) en la vía pública, una sana costumbre que algunos tratamos de dejar atrás. Eso no es malo si pensamos que no todos tienen dos lucas como yo anoche, para entrar a escuchar una banda y tomarse una sola cerveza. También es cierto que la idea es armar el carrete ahí y aparte de ahorrarse unos pesos, tener la posibilidad de tomar hasta que ya no puedan pararse. O hasta que empiecen a orinar los autos, o pedir más dinero o, por último, tirar botellas a una gran ventana.No estoy personalmente en contra de que se beba alcohol en las calles, pero no puedo darme el lujo de patrocinar ese hecho. No es un tema generacional, hace muchos años atrás muchas veces tomé en la calle o escondido por ahí, pero no recuerdo hacer tanto daño, al nivel de poner en riesgo la integridad de otras personas. Locuras hice (y las sigo haciendo, un poco), pero mis peores borracheras fueron siempre en alguna casa, o sea, en privado. Algunos dicen que estos tipos que lanzaron botellas eran “pankis” (o “punkies” como debería escribirse), otros dicen que eran pokemones. A mi me da lo mismo. Sólo sé que aparte de ser ebrios, eran patos malos, flaites y que vestían de negro medio gris y ajustado. En el fondo quiero decir, con el debido respeto que se merecen los jóvenes que les gusta el copete y que lo disfrutan y lo toman como un medio para divertirse y compartir, estos eran unos “pobres y tristes huevones”. Yo, en lo personal, tomaría más tranquilo al interior de ese local si hubiese un autito verde por ahí cerca, lo cual implica que el acceso a el estaría despejado de huevones mutantes y violentos que, justo anoche, pusieron en peligro mi integridad y la de muchas personas que ellos ni conocían. Por suerte.Apoyo al local, seguiré yendo, estos flaites borrachos no se van a tomar el puerto de nuevo.

martes, 12 de agosto de 2008

GRACIAS POR LA TELEVISION NOCTURNA


Beijing. La palabra más repetida en los últimos días en nuestra televisión. Otra vez y como cada cuatro años volvemos a escuchar palabras y conceptos nuevos que, seguramente días antes de que empiece el mes de Septiembre ya se nos habrán olvidado.
Un trillón cuatrocientas mil disciplinas deportivas diferentes, una fiesta inaugural sorprendentemente precisa (casi con precisión china) y una cantidad de delegaciones de países que duró muchas horas. Chile apareció en el lugar ciento sesenta y algo.
Me puse a pensar y me pregunté cuántos países podría nombrar si tuviera que hacer una lista de todos los del mundo. ¿Cincuenta? No sé si podría enumerar cincuenta países de memoria. Tampoco sé si es un problema de capacidad de mi disco duro o de falta de cultura. ¿Puedes tú que estás leyendo esto enumerar más de ciento sesenta países de nuestro planeta? Yo no puedo.
Y eso que después del paso de la delegación chilena siguieron desfilando más de otros países.
Increíble.
Más adelante publicaré una lista actualizada de todos los países que existen y que, por cierto, enviaron competidores a la cita deportiva de los chinos.
Sólo me animé a escribir para felicitar a la televisión chilena por el esfuerzo y la inversión que han hecho, enviando periodistas y trabajadores a cubrir cada detalle de lo que pasa en estos juegos olímpicos. Específicamente Canal 13 y TVN están absolutamente comprometidos con el evento. Así al menos se encargaron de recordármelo a cada instante en el canal estatal cuando transmitieron el primer partido de Nicolas Massú en diferido, con sus propias cámaras, ya que no figuraba en la transmisión oficial de los chinos.
Agradezco a estos medios por la cobertura, agradezco también el detalle y la preocupación de instruir a los que no entendemos mucho de algunas disciplinas deportivas. A Soledad de Canal 13 y a Karen de TVN que son las mujeres que aportan con el conocimiento técnico (que además tienen prácticamente el mismo timbre y tono de voz), les agradezco su entrega. Agradezco que la transmisión oficial esté continuamente cubriendo pruebas deportivas, lo que no da tiempo para tantas pausas comerciales.
Agradezco especialmente que los juegos olímpicos se hayan desarrollado en Beijing, en China, justo al otro lado del mundo, justo donde viven todo doce horas antes que nosotros, ¿por qué?
Porque eso ha permitido que la televisión abierta chilena sea un aporte a altas horas de la madrugada. Por un tiempo me han permitido ver cosas interesantes. No hay tiempo ni ganas para ver concursos chantas de mensajes de texto, ni alocuciones “eróticas” para llamar a equis número en busca de algo que no se conoce.
Todo el esfuerzo que hacen los canales, en realidad no me preocupa ni un poco. Lo único bueno de todo esto es, poder encender mi televisor y ver algo interesante entre las tres y las seis de la mañana, que es el lapso en que estoy intentando que me de un poco de sueño. Ojalá hicieran estas cosas más seguido, así mis noches en que estoy solo, sin internet y sin televisión por cable serían diferentes.
Gracias al Comité Olímpico Internacional por elegir una ciudad con esa diferencia horaria. Gracias a TVN y a Canal 13. Gracias, total es, sin duda, un evento que amerita ser visto.