jueves, 28 de abril de 2011

CONFUSION VIAL

Hoy jueves 28 de abril, se darían inicio a las obras de repavimentación en algunas calles del puerto, más exactamente en algunas arterias de los cerros Concepción y Alegre.
Advertido ya de hace un tiempo del inminente inicio de estas obras, hace rato adquirí la costumbre de acceder por una vía alternativa al cerro Alegre, de tal forma que supuse que los correspondientes desvíos, no deberían afectarme.
Y todo estaba bien camino al lugar de trabajo, cuando, al doblar por la plazuela San Luis, y bajar por la calle Montealegre vi el letrero de la primera foto. Me detuve a leer, pensando que eso podría significar algún obstáculo para llegar donde iba. Me pareció coherente con las informaciones que se han entregado públicamente acerca de los desvíos. Para acceder al plan de la ciudad, bajar por Montealegre, luego por calle Alvaro Besa (la curva donde se encuentra el pasaje Bavestrello) y luego Urriola hasta abajo. Recordando eso sí que esta última calle ahora también funciona de subida.
Perfecto.
Ingresé por calle Montealegre con el objeto de llegar al paseo Yugoslavo, como lo estuve haciendo desde hace un mes, hasta que esta calle se divide en dos: hacia la izquierda conserva su nombre y hacia la derecha comienza la calle Miramar. La que conserva su nombre siempre ha tenido doble sentido para el tránsito vehicular a pesar de lo estrecha que es, característica que se acentúa con el estacionamiento de vehículos. Miramar en tanto, sólo permite bajar.
Fue justo ahí, en que me encontré con estas dos señalizaciones absolutamente nuevas, a juzgar por el impresionante brillo de los pernos de anclaje. Ambas entre sí resultan coherentes, pero ambas en relación al aviso que leí metros atrás, no cuadran en absoluto.
A la izquierda la señalización que se denomina “no entrar” y al centro, entre ambas bajadas, la que se llama “dirección obligada”. Es decir, “no baje por Montealegre, baje por Miramar”.
Es cierto que por calle Miramar, igual accedo a la calle A. Besa y puedo llegar al plan, pero no encontré razón para prohibir el acceso por su calle paralela. Hice caso, baje por donde me dijeron, pensando que habrían trabajos o más desvíos, pero nada.
Es más, al momento de tomar la fotografía, un taxi iba sin problemas bajando por donde supuestamente no debía hacerlo.
Bueno, suponiendo que se hicieran arreglos en esa calle por donde no debemos bajar, y la señal de “no entrar” se encontrara absolutamente bien dispuesta ahí, hay que modificar entonces el aviso naranja con letras negras que se encuentra más arriba, y cambiar donde dice “Montealegre” por “Miramar”.
Otra de las curiosidades del puerto y sus empleados municipales.

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