lunes, 16 de noviembre de 2009

DETALLITOS


Me encontré con el capítulo de este Domingo 15 de Noviembre de la serie Los 80, en canal 13.
Es una constante ya de este programa, la gran cantidad de aciertos y detalles que inevitablemente nos llevan a recordar esos años. Sólo en esta ocasión mi oído se detuvo en algunas cosas, que al parecer han estado siempre presentes, pero en las cuales no había reparado viendo otros capítulos.
A diferencia de la primera temporada, me parece que el libreto del actor Daniel Alcaíno, en el rol de Exequiel, estuvo un poco descuidado en este capítulo. En una sola escena junto a Juan, rol protagónico de Daniel Muñoz, Ezequiel le dijo a su jefe y amigo que su hijo Martín estaba “pateando la perra”, refiriéndose al enojo del frustrado piloto. En alusión al mismo, también el personaje de Alcaíno dijo que, producto de su mal momento emocional, el muchacho estaba “hecho bolsa”. En otro momento de la conversación, le sugiere a su amigo Juan: “... rájese con algo...”, instándolo a llevar algún aporte a la cena a la que el matrimonio de los Herrera estaba invitado.
Justamente, en una escena anterior, cuando el pretendiente de Claudia, la hija mayor de la familia, los invita a todos a cenar, ella, sin comprender mucho la intención de Francisco, se acerca y le pregunta: “¿Qué onda?”, a lo que él responde “¿qué onda qué?”.
Así pues, los textos de estas pequeñas escenas me parecen muy poco ochenteros, y si tuviera que elegir algún concepto que quizás sí se utilizó en aquellos años, sería el de “rajarse”, en la acepción que lo instala como sinónimo de regalar generosa y desinteresadamente. No creo eso sí que “hecho bolsa” o “pateando la perra” sean conceptos utilizados masivamente al menos en esos años.
Por otro lado, aun cuando en esos años la pregunta era “¿cachai’ la onda?”, que luego derivó en “¿cachai’?”, no recuerdo haber escuchado y menos pronunciado la pregunta “¿qué onda?”.
Pasando a otro punto de este capítulo de la serie, debo mencionar la insistente y perturbadora presencia de grillos y pájaros en los antejardines y/o patios de las casas, en el barrio donde viven los Herrera. Me resultó muy molesto que en cada escena interior, sí es de día, se escucha a lo lejos el canto de los pájaros y, si es de noche, queda más que claro la presencia de grillos. Para que decir si las escenas son exteriores.
Parece que en aquella población y en aquellos años, habían más grillos que ahora. Eso me hace pensar que si encuentro algún bicho de esos, capaz que tenga más de veinte años de edad y recuerde cosas increíbles de esa época. Es tan raro escuchar grillos, sin embargo, en ese barrio están constantemente presentes en cada escena interior o exterior. Me pareció un exceso de grillos.
Otro detalle es que siempre, a cada momento, ya sea en la casa de los Herrera o de la vecina, está la radio prendida y está sonando una canción de moda de ese tiempo. Está bien acentuar el momento que se está viviendo en la serie, pero hay que mencionar que no siempre la radio estaba prendida en la casa, también se veía televisión (cosa que se mostró más en la primera temporada) y además, las radioemisoras también programaban música del recuerdo, sobre todo de los años 60. También se escuchaba música en inglés, en el año 83 ya habían emisoras de frecuencia modulada, y muchas programaban música en ese idioma. pero esto no se ve en la serie.
Yo agradecería más silencios en las escenas lentas, sin esa música que los protagonistas nunca buscan en sus radios y que no comparten ni tararean. Y si la hay, falta más variedad, ya sabemos que hablan de los ochenta, insistir en sólo la música de moda lo hace ver sobrecargado, variemos un poco. Veamos más televisión. El Festival de la Una era un exitazo en esos años, pero claro, era de la Televisión Nacional de Chile, así que los Herrera, que son del 13, no lo ven.
Ojalá en los próximos capítulos no se siga perdiendo esa puntada fina que hizo tan exitosa la primera temporada de esta serie.

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