El Buenos Días a Todos se encargó hoy, hacia el final de su programación, de halagar y enaltecer la figura de Leo Rey, el vocalista del grupo La Noche.
Con toda la banda en pleno sentada en sus cómodos sillones, Felipe y Tonka se dedicaron a indagar en los más irrisorios detalles relativos a las cirugías estéticas a las que se sometió el cantante, sin dejar de lado por cierto, la cantidad de cuidados que el mismo Leo reconoció que se procuraba en una entrevista a un medio escrito.
Con el periódico en la mano fueron ahondando en detalles acerca de su nariz, los masajes a su cabello, los reflejos o rayos, o como sea que se llamen esas manchas amarillas en sus largos rulos. El gimnasio que tiene en su casa, sus biceps y pectorales fueron motivo suficiente para que mi ex amiga Tomicic se acercara a comprobar la eficacia de la rutina de ejercicios de el respingado Rey.
Obviamente nadie me aviso que este estático cantante se haría semejantes transformaciones, menos que su argumento sería la intención de internacionalizar la carrera de la banda, para lo cual tenían que mejorar un poco su imagen. Ah!, en un momento hablaron de música cuando le preguntaron a “Alexitico” sobre algunas nuevas composiciones del disco que lanzarán a fin de año.
Pero el tema era otro, si hasta creo que Leo debió sentirse algo incómodo al tener que ser tan auto referente cuando Camiroaga y la Tonkita insistían en hablar de su rostro y en exponerlo a cada momento a primeros planos.
En eso estuvieron muchos minutos, los instantes finales del matinal. Se agradece que al menos les permitieran doblar (hacer el playback) de más de dos canciones ahí en el estudio, para despedir el programa. Como para recordarnos que eran músicos y no modelos.
Ahora bien, Chilito exportó a comienzos de la década de los noventa a un delgadísimo futbolista que al cabo de algunos años está entre los más grandes de nuestra historia. Iván Zamorano. No recuerdo que el se haya hecho cirugía alguna para internacionalizar su carrera y el éxito que tuvo no tengo que relatarlo yo aquí.
“Si bien es cierto, no es menos cierto” (como dice la presidenta), Bam Bam era deportista y fue famoso cuando la farándula estaba en ciernes y los futbolistas estaban empezando a ser vanidosos, pero Leo Rey, querámoslo o no, es un “artista”, como diría mi vecina. Para mi, “rulitos” es un cantante, y no de lo mejor que tenemos, pero mientras trabaje sobre un escenario, debe preocuparse un poco más de su aspecto, eso es verdad.
Minutos antes de ver a este muchacho en el Buenos Días, lo encontré en una entrevista de otro canal de televisión, en bambalinas en el Movistar Arena de Santiago, con motivo de un recital tropical. Ahí participó el grupo La Noche junto a Américo y Los Charros de Lumaco.
Consultado Leo Rey por una supuesta rivalidad entre su grupo y Américo, él muy relajadamente explico que es bueno que haya variedad en el ritmo que ellos tocan y que finalmente la gente elige y hay público para todo. Una respuesta muy elegante y diplomática, que he reproducido en mis palabras conservando ese espíritu. No esperaba menos de un hombre que quiere exportar su música con su banda y por lo cual está haciendo grandes inversiones en su figura.
Pero hay un problema. No puede decir “que haiga” en lugar de “que haya”.
Hay cosas que las cirugías no arreglan, pero que tienen arreglo. Consejo para Cecil: compadre, no se quede en la apariencia, instrúyase.
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