lunes, 14 de septiembre de 2009

NOTABLE

Se discutió hace unos días, en prácticamente todos los medios de comunicación y por parte de los más diversos sectores, la ampliación del plazo para la inscripción de votantes en los registros electorales. El objetivo es promover la votación que, hasta este momento es obligatoria desde el momento del registro.La idea no prosperó, algunos decían que todo el mundo tenía que votar y que el parlamento debía hacer un esfuerzo por cambiar la ley que rige las fechas de los plazos. La vocera de gobierno apareció en los noticieros dando por cerrado el tema y catalogando de poco seria la iniciativa, al menos tan cerca del fin de las inscripciones. Sin embargo, el mismo gobierno patrocinó una constante campaña en los medios, especialmente en la televisión, invitando, mediante jóvenes personajes del ambiente artístico a votar. El plazo se cumplió y las oficinas del SERVEL cerraron sus puertas ayer. Lo particular es que esta mañana de Lunes he visto las noticias y en todos los canales se muestran las interminables colas que hicieron muchos chilenos para quedar inscritos. Así es, el comentario de todos fue unánime, el chileno deja todo para última hora. Puede ser que la gente eligiera el domingo pues no trabaja. Pero hace siete meses que se ha podido realizar este trámite, así que no es excusa válida, sobre todo cuando no hay que pagar, es gratis, no es lo mismo que las colas para obtener el permiso de circulación, en dónde hay que desembolsar alguna cantidad de dinero y eso puede condicionar la fecha de la gestión.Demasiado pintoresco me pareció ver gente reclamando por la poca fluidez de los encargados de ese trabajo, al punto de reunirse para protestar por la demora y el cierre de las oficinas gritando “¡queremos votar, queremos votar!”.Nadie les ha prohibido votar a esas mujeres mayores de treinta años que se veían en pantalla con esa consigna. Pudieron inscribirse muchos años atrás y eligieron el último día previo a las elecciones de este 2009.Para los trámites, los chilenos somos muy “pasteles”. Todo para el último día. En este caso en particular en que es voluntaria la inscripción, me resulta hasta motivo de cierta rabia para con estas personas, sobre todo las que reclamaban su derecho a votar.Afortunadamente encontré un comentario que me pareció notable, sobre todo si es que la lectura que yo le di es la que Fernando Paulsen quiso darle en el noticiero matinal de Chilevisión. Luego de las imágenes y los comentarios que todos hicieron, este periodista dice, para cerrar la nota y refiriéndose al televidente: ”...esta gente no va a decidir nada en todo caso, así que no se preocupe...”.Dos lecturas. La primera es pensar que la cantidad de personas que quisieron votar y no pudieron hacerlo no es tanta y no influirá en los resultados, lo que resulta coherente. La segunda es la mía, yo creo que el quiso decir que no nos preocupáramos ya que esa gente tontita que quiso votar el último día, no va a opinar. Ojalá haya sido esa la lectura, somos muy “huevones” los chilenos (yo estoy inscrito desde los dieciocho años, pero eso no me hace brillante por eso me incluyo), y merecemos un comentario de castigo, aunque venga de otro chileno, como Paulsen o como yo. Mejor que, al menos por ahora, los huevones que hicieron las colas no voten. Hasta la próxima elección dijo la chinita.

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