lunes, 7 de diciembre de 2009

HELADOS


En otro momento del viaje, una persona se baja del bus, al estar este detenido y mirando por la ventana veo, en el medio de la nada, una caseta muy pequeña. De verdad que está en el medio de la nada, solo vi tierra y bajas montañas. Dentro de esta cabina había unas tablas pequeñas dispuestas a manera de repisa y, ligada mediante una cadena y su respectivo candado, una muy pequeña banca.
Raro es que en ese lugar donde no había nada, se instalara un puesto donde se venden helados. Más raro es que a la hora en que pasamos por ahí, considerando el sol que había, no estuviesen tales refrescos a la venta. Pero lo más raro de todo, es que aquella banquita, que no alcancé a fotografiar por el alejamiento del bus, estuviera con candado atada a la caseta.
¿Quién podría robársela? En fin, helados se venden en el medio de la nada, y no había helados, nadie que los vendiera ni nadie que los pudiera comprar. Sólo desierto, ¿dónde?, no tengo idea dónde estábamos.

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