lunes, 12 de julio de 2010

MALOS COMENTARIOS


Varios apuntes podría yo hacer acerca del mundial de fútbol recientemente finalizado. Y hay varios ítems sobre los cuales se puede opinar, sobre cada partido, sobre los resultados, sobre el “pulpo Paul”, sobre las transmisiones, sobre los comentarios, sobre los favoritos, en fin, muchos aspectos a considerar para hablar sobre este evento internacional.

Hay un par de puntos que van inevitablemente enlazados.

Como buen chileno, mi única opción de seguir los partidos era a través de la señal abierta de TVN. Todos sabemos lo que esto implica. Exactamente, implica rescatar los aportes (no muchos) de Francisco Sagredo, ya que sobre Zamorano, Carcuro y Solabarrieta, hay que escribir con cuidado.

He leído variados comentarios, algunos más ubicados que otros, acerca de estos comentaristas y relatores. Es muy natural y comprensible que con los años los relatores tengan muletillas, o adopten frases o estilos de comunicar lo que ven. Así por ejemplo se comprende el excesivo uso de muchos sinónimos para palabras que en un partido de fútbol se repiten constantemente como “pelota”, “árbitro” y otras más.

Pero Carcuro y Solabarrieta tienen incorporada una muy mala práctica, que en este campeonato mundial casi la patentaron: los juicios definitivos.

Si Carcuro dice que no fue penal, todo TVN afirma que no fue penal, y el que lleva la guaripola en esta cruzada es Solabarrieta.

Que pena ver tan poca objetividad cuando el nieto de español no se puede sustraer a su favoritismo y contagia al colorín con ese amor por los ibéricos.

Es verdad que yo tenía todas las fichas puestas a la naranja mecánica, pero debo reconocer que no hicieron un partido a la altura de lo que habían jugado anteriormente en el mundial. Su descontrol ante la presión por obtener el campeonato les jugó en contra y finalmente, después de recibir muchos golpes y con mucho más fútbol, España logró lo que merecía, al menos en este partido.

Pero hubo una situación en que Carcuro sentenció una tarjeta amarilla para un jugador holandés, afirmando que era justa, cuando la repetición mostró que Iniesta se tiró uno de los más grandes clavados al pasto que se hayan visto, después del que se tiró Torres (español también) que significó la injusta expulsión de Marco Estrada. La imagen fue evidente, pero entre los chilenitos comentaristas, todos se quedaron mudos y nadie contradijo al tanguero italiano.

Si Carcuro dice “me parece que este es el jugador del partido”, juraría que veo a Solabarrieta asintiendo con la cabeza cuando replica “tienes razón Pedro, no hay ninguna duda”. Que pena.

Bueno, por otra parte, Iván Zamorano, con una comprensible predilección por el equipo rojo, hizo sus aportes durante todas las transmisiones que le tocó comentar. Lo que recuerdo de esta final, fue una palabra que le robó a Peter Veneno. Así es, la palabra “incursoneando” es, inequívocamente, parte del repertorio del personaje de Daniel Alcaíno. Imagino que se refería al gerundio del verbo “incursionar”, el cual sería “incursionando”. Si la hubiese pronunciado algún otro comentarista, quizás ese la hubiera corregido en el momento, pero no estoy seguro si Bam Bam nota la diferencia y está capacitado para hacer eso.

Pero el ex “pichichi” tiene para deleitarnos una muletilla de aquellas.

Se la he escuchado a Caszely, en su rol de comentarista deportivo y justamente esta noche de domingo, en el programa Tolerancia Cero, de Chilevisión, la uso Fernando Paulsen al iniciar la conversación nocturna.

Claro, Zamorano Zamora no podría estar ausente y la tiene incorporada también. Se trata de la mala costumbre, según mi parecer, de referirse a jugadores de fútbol, mencionándolos de a uno, pero con el artículo definido en plural. Encuentro muy ordinario decir por ejemplo “...los Pelé, los Maradona, los Eusebio...”. Me parece una muy fea costumbre ya que, aun cuando Pelé formara una familia, sus integrantes no se llamarían así, Pelé es uno solo, igual que Maradona y otros más. Por eso creo que si uno quiere mencionar a figuras del fútbol, debe referirse a ellos de manera simple: “... en esos años en que vimos jugar a Pelé, a Maradona, etcétera...”.

En otro ámbito de las transmisiones televisivas, no sé si lo siguiente tenga que ver sólo con la emisión de la red estatal chilena, o fue una política “recomendada” por la FIFA. Se trata del constante bombardeo por parte de nuestros comentaristas y relatores, de una cantidad insoportable de estadísticas. A cada minuto alguno de ellos decía que tal o cual arquero llevaba equis cantidad de minutos sin haber recibido ningún gol en contra, o que desde el mundial de tal año, se convirtieron tantos goles y que faltan algunos cuantos para repetir la marca. Personalmente me resulto muy desagradable, repetitivo e incluso innecesario a veces, oír datos irrelevantes acerca de números de otros mundiales, goleadores, minutos, penales o tarjetas de cada año de mundial o de cada selección.

No me importa en lo absoluto si hace veinte años que un negro no convierte un gol en un mundial, o sí en el recuento de todas las finales se han convertido en total setenta goles. Me pareció por momentos que Carcuro y sus amigos tenían que cumplir una meta de estadísticas leídas al aire en cada partido.

Desagradablemente insistentes.

En fin, como conclusión, una muy mala transmisión de TVN para este evento, atribuible a las caras conocidas y sus frases o comentarios. Comentarios plagados de estadísticas inútiles, palabras que no existen, fanatismo exagerado y lo peor, los juicios definitivos, el tener siempre la última palabra y sin derecho a diferencia de opinión y por ende a discusión (aunque las repeticiones de las jugadas fueran aclaratorias), como si el colorín Pedro dictara la línea editorial del área deportiva en el canal de todos.

Me aburrieron, me quedo con el pulpo y la modelo paraguaya.

Algo se me ocurrirá con eso.

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