domingo, 28 de septiembre de 2008

EL POR QUE DE UNA MODA


Canal 13 ha anunciado insistentemente que ya estará al aire una serie dedicada a recordar los años 80.
Estos primeros días del mes de octubre hay un concierto en Santiago que tendrá como show a Miguel Mateos y la “super banda” o “gran banda” de los 80. En eso sólo creo lo de Mateos, la gran banda es mula, nombran a cuatro bandas y en realidad lo que hay es un integrante de cada una que forman un cuarteto y tocan temas de casi todos los grupos de esos años.
Bueno, en términos simples, volvieron los años 80.
Ahora todos hablan de que usaron “cassette”, que lo rebobinaban con lápiz bic, que tenían zapatillas North Star, en fin, ahora todos vivieron los años 80.
Es una moda, está claro, pero no es casualidad. Tampoco he presenciado algo que lo provoque determinantemente. Es decir, a pesar de que no tiene aparente explicación lógica, yo postulo una teoría al respecto.
Primero que nada (o primero que todo como me corregiría algún desconcentrado lector), agradezco que lo que para los niños de hoy es kitsch, para nosotros sea parte de una década que vivimos muy jóvenes y de la que estamos todos orgullosos, bueno casi todos.
Cuando en los medios se habla de los 80, algunos se olvidan que la década tiene diez años, y que no incluye sólo lo que ocurrió el año 1980.
Pasaron cosas muy importantes para todo el país, para el mundo y además para mi, o para ti, hablando del mundo de cada uno.
Pero esas cosas importantes han pasado en todas las décadas.
La diferencia creo yo, está en un fenómeno que podría repetirse aproximadamente cada veinte años, es decir, un fenómeno que podría involucrar a determinadas generaciones, no a todas.
Por ejemplo, en los años 80 se recordó mucho lo que ocurría musicalmente en Chile en la década de los 60: La nueva Ola. La cantidad impresionante de grupos y solistas que hicieron música, que copiaron música, que cambiaron sus nombres al inglés, que tradujeron muchas canciones al español y que marcaron a una generación de jóvenes, fue impresionante. Todo esto apoyado, aunque suene paradojal, por la ausencia de la televisión. el efecto de las transmisiones radiales las revistas de la época y los conciertos en vivo, era muy fuerte sobre la juventud.
La nueva Ola, la que se recordó en tantos programas de radio y televisión (ahora sí) en los 80.
Es una generación. Pero es una generación de jóvenes que bailaban en las calles con las puertas de los autos abiertas, que fueron a ver el mundial de fútbol y que usaron pelo largo y mini faldas (hombres y mujeres respectivamente) por primera vez.
En los 80 ellos ya no estudiaban en el colegio o en la universidad. En los 80 ellos trabajaban, tenían su propio dinero. Tenían su propio poder. Tenían puestos en las radios y en los canales de televisión. Tenían trabajos en las productoras, en los diarios, en fin. Los jóvenes de los 60 ahora tomaban decisiones. Aquel que fue a ver el mundial del 62 con quince años, a mediados de 1985 ya tenía treinta y ocho años. A diferencia de hoy, esa edad era mucho más adulta de como se lee actualmente.
Esos adultos recordaban la década de los 60 con mucha nostalgia y los medios pueden recavar archivos y corroborarán lo que digo.
Pues bien, la analogía está ahí, al descubierto. Es demasiado simple como para no entenderlo. Yo he hecho un comentario a partir de un fenómeno tan popular como es la música. Y hoy se habla de música. De la música de los 80. se ha transformado en objeto de culto. Por nombrar algunos grupos chilenos:
Valija Diplomática, Banda 69, Aparato Raro, Engrupo, Pie Plano, Aterrizaje Forzoso, Bandada, Viena, Cinema, Upa, etc.

Veamos la televisión, veamos los rostros de la tele, fijémonos en quienes trabajan de productores o directores. Son muchas caras nuevas, la imagen clásica del director como un viejo ya no está. Hace tiempo escribí aquí mismo una nota sobre cómo me pilló el día en que los lectores de noticias iban a tener la misma edad que yo, cuando antes eran todos viejos los que hacían ese trabajo (la edad de las noticias).

Es un tema de recambio generacional. Eso es lo que tiene a todo el mundo hablando de los 80. Hasta en facebook hay grupos alusivos al tema.
Entre los treinta y los cuarenta y cinco años de edad deben tener quienes hacen nostalgia y negocio al mismo tiempo con esa década llena de hitos, como todas las décadas. Con nuestra niñez – adolescencia que a veces añoramos y que algunos quisieran cambiar. Entre los que recuerdan públicamente esos años, no se hace mucha mención a que se vivió íntegramente bajo un gobierno militar.
Nunca se hace nostalgia tan profundamente, creo yo pues puede afectar el negocio. Claro, si esos temas no nos unen, nos dividen. Pero los 80 estuvieron ahí un día, un año, diez años, y recuerdo cuando Gonzalez gritaba con un rostro desfigurado “¡... los hippies y los punks tuvieron la ocasión de romper el estancamiento, en las garras de la comercialización murió toda la buena intención..., ... ya viene la fuerza, la voz de los 80...!”. Esa fuerza llegó ahora, veinte años después, la voz de los 80 de Jorge Gonzalez acaba de salir a la luz pública, ahora que se puede y hay espacio y que los de los 80 lo manejan.
Veinticuatro años después del disco La voz de los 80, esa voz es de nosotros y la fuerza que debía venir no es tanta, estamos todos más cansados, pero se hace algo por la vida, al menos se destinan esfuerzos y recursos en hacernos pasar un nostálgico pero buen momento.
Tal vez el año 2028, los pokemones hagan lo mismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena tu nota...lástima que como en todo....existan personas que quieran subirse a este carro argumentando haber tenido algún tipo de experiencia, recuerdo o participación en este período de la historia.