martes, 25 de noviembre de 2008

"... SI NO AYUDA A LIMPIAR..."


Ya pasó el paro de los funcionarios fiscales, la semana pasada.
Lo que yo entiendo por paro es super simple, la gente deja de trabajar y los servicios públicos dejan de funcionar. Esto pasa a convertirse en una presión para el gobierno puesto que los usuarios de estos servicios ven comprometidas las soluciones a sus problemas. Entre los más destacados están los problemas por la falta de atención médica pública, la no recolección de la basura desde las calles (excepto por ejemplo en Viña del Mar, donde el tema del aseo está concesionado) y para algunos, el cierre momentáneo del servicio de impuestos internos.
Un posible problema sería que alguien tuviera que timbrar boletas para su negocio. Otro problema es que un enfermo grave llegue a un hospital y el único médico o la única enfermera esté ocupada y tenga que esperar mucho tiempo (más del que se suele esperar) para ser atendido.
Afortunadamente sólo me vi afectado por la no recolección de la basura, teniendo que hacer un sacrificio en nombre de la ciudad y evitar lo más posible sacar mi basura a la calle, ya que los basureros gigantes de la calle estaban absolutamente colapsados.
Así son los paros, se deja de trabajar hasta que se soluciona el problema entre los dirigentes y el gobiernos por platas más o platas menos. También se hacen marchas para demostrar que el descontento es general y que no es sólo el antojo de algunos. De pasadita, se le deja en claro al resto de los ciudadanos de qué se trata el problema y el por qué de las incomodidades que están sufriendo.
En el fondo, se “deja de hacer” el trabajo, y se cambia por un trabajo comunicacional y socialmente activo.
Pero ¿qué pasaría si llega el enfermo al hospital, y sólo por maldad o por hacer daño, en lugar de “omitir” su atención por estar en paro, además se le inyecta alguna sustancia que lo agrava mucho más?
¿Qué pasaría si el dueño de un pequeño almacén no puede timbrar boletas por estar en paro el SII, y apenas se soluciona el problema aparece un inspector y lo multa por no estar emitiendo las boletas y entregándolas a sus clientes?
Bueno, sería muy desafortunado que algo así ocurriera, sin embargo ocurrió.
Hace unos días, en plena marcha por avenida Pedro Montt, desde un móvil que yo no vi, se arrojó una impresionante cantidad de basura a la calzada misma.
Obviamente después de un par de días de paro, la basura que se arrojó ya estaba en un proceso de descomposición que todo quien caminó por el sector pudo percibir sin mayor esfuerzo. Si a eso le sumamos la altísima temperatura de esa tarde, el espectáculo en pleno centro de mi puerto, era asqueroso. Mucha gente caminando que tapaba con su mano su boca, como pretendiendo evitar el mal rato. Si hasta tuve que reconocer las ganas de vomitar que logré manejar.
Los porteños ya teníamos suficiente con la impresionante cantidad de papeles que los marchantes provenientes de muchas partes del país desparramaron por el centro de este puerto, concientes de que nadie iba a retirarlos. Como si eso fuera poco, además, alguien se tomó la molestia de vaciar gran cantidad de basura orgánica y descompuesta en la calle.
Me parece un acto de muy mal gusto, el paro ya es incómodo para los usuarios de los servicios, pero no podemos evitarlo. Los beneficiados con la protesta piden que uno piense en sus paupérrimas condiciones salariales, con el mismo grado de solidaridad ellos podrían pensar en el resto de la gente que no quiere respirar ese gas tóxico en esta ciudad patrimonial.
Ahí el paro dejo de ser por omisión del trabajo para pasar a la acción contaminando mi aire, sabiendo que nadie limpiaría semejante cantidad de basura. Los vehículos pasaban por sobre el montículo de desechos mientras al final, nadie respondió por tal acción. Gracias por no romper la ciudad.

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