lunes, 6 de julio de 2009

VELA ROJA DE UNA VEZ

Hace ya tiempo había visto, creo que en el matinal Buenos Días a todos, a la Tarotista Paulina González, quien tiene la labor de hablar de los signos zodiacales, la numerología, el tarot por cierto, entre otros esotéricos detalles.
Ayer Lunes me tocó verla en el matinal cuando hablaba respecto a cada signo, en orden cronológico. Digo esto pues a veces los ordena de diferente forma.
En uno de los signos, no recuerdo cual, ella sugirió encender una vela “de color lila”, vaya a saber uno para qué. Para el amor o trabajo o qué se yo.
Pero esa frase me hizo recordar otras ocasiones en que yo me encontré oyendo su discurso sobre cada signo del zodiaco. Claro, recordé que me pareció que ella se refería de una manera equivocada al color de las velas.
Cuando mencionó ayer la vela de color lila, no sonó para nada raro, pues ese color, más allá de que algunos le llamen “violeta”, no tiene género. Es decir podríamos hablar de una pelota lila o de un zapato lila. En este caso da lo mismo decir “pelota lila” o “pelota de color lila”, así como “zapato lila” o “zapato de color lila”.
Pero la diminuta Paulina, hace un tiempo atrás me confundió cuando le sugirió a alguien de algún signo del zodiaco que no recuerdo, que encendiera una vela “de color rosada”. Me sonó raro, pero me puse en el caso de que tal vez se expresó muy rápido y cambió la redacción sobre la marcha. Un par de signos más y la chica del tarot otra vez dijo que los del signo X (no se cual), deberían encender una vela “de color amarilla”.
Ya no me quedó duda. Ella estaba convencida de decir lo correcto.
Lamento decirle a Paulina que el nombre del color amarillo es “amarillo” y no “amarilla”. Lo mismo con el rosado o el rojo, etc.
Entonces, la forma correcta habría sido que la pequeña dijera: “…una vela de color amarillo…” al describir el objeto o, en el caso de adjudicarle la cualidad del color a la vela, “…una vela amarilla…”. Lo mismo con el caso del color rosado o el rojo. O la vela es roja, o es de color rojo, pero no puede ser “de color roja”.
Esto me recuerda el clásico y cotidiano ejemplo con el que nos encontramos al responder por nuestra nacionalidad.
Mi nacionalidad es "Chilena". Yo soy chileno pues soy de género masculino, pero mi nacionalidad no puede ser "Chileno".
Eso es todo. Ahora escucharé una canción de color chilena.

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