miércoles, 11 de agosto de 2010

LLEGO POCO

En esta carnicería cercana al sector plano de la ciudad de Viña del Mar, también se venden pollos y cerdos. Sólo veo lo que dice ahí, jamás he ingresado a comprar nada.

Se hace inevitable detenerme a leer el aviso en la pizarra afuera del local.

Su escritura es rara por decirlo de alguna forma. Si vende sólo patas de pollo, imposible es pensar que dispone de sólo una pata para la venta, primero porque a nadie se le ocurre vender sólo una unidad de un producto, no es negocio, y segundo, los pollos son bípedos, y si tuviera que matar a un pollo, aprovecharía las dos patas y no sólo una.

Pero no sólo eso, ya antes había tenido a la venta “alita” de pollo, pero parece que en este caso sí disponía de sólo una, ya que se le agotó, o mejor dicho, la vendió. Raro, los pollos tienen dos alas también.

En cualquiera de los dos casos, el encargado debió escribir: “Llegaron: Alitas de pollo, patas de pollo”. Ahora, si uno de esos productos se le acaba, es mejor reemplazar el término “llegaron”, ya que es mejor decir “hay”, aunque sean dos unidades y de un sólo producto.

No me habría detenido a escribir tanto sobre esta pizarra, si no hubiese notado un pequeño detalle que amerita el espacio y, ojalá, la atención de quien está encargado de publicar las ofertas en la vía pública.

Cerca de la puerta de este negocio hay un papel pegado en la pared que dice: “Hoy riCAS EMPANADAS A $ 250”.

Alcanza a verse en uno de los extremos de la fotografía. Y sobre eso puedo decir que, si bien en el papel no es tan notorio a simple vista, al escribirlo aquí, se destaca una quizás involuntaria indecisión al escribir las palabras “hoy” y “ricas”, ya que el comienzo está bien, pero desde la “C” en adelante no debió seguir escribiendo con mayúsculas o, por el contrario, haber escrito todo el texto con letra capital.

Esto explica lo de la pizarra, hay que avisarle a alguien.

No hay comentarios: