miércoles, 10 de febrero de 2010

FORTUNA

Había olvidado ya la noticia leída la mañana del Viernes 5 de Febrero en el diario La Estrella de Valparaíso, y me encontré, por otro tipo de razones, con la sorprendente novedad en pleno paseo 21 de Mayo.
Esta enorme casa rodante quedó incrustada a un costado de la glorieta de este tradicional mirador. Cuando estuve ahí recordé el titular del periódico y así pude notar que los esfuerzos por retirar el pesado vehículo habían sido en vano hasta ahora.
La imagen en el lugar mismo del accidente es impactante, sobre todo a la salida del ascensor Artillería (uno de los pocos actualmente en uso). No estoy seguro de la suerte del ocupante del móvil, sin embargo sí tengo en la mente haber leído que la causa de este choque fue el corte de los frenos. Suena coherente considerando que el único acceso vehicular al paseo es una calle en bajada hacia el.
Más allá de las razones, los destrozos, la suerte del solitario conductor y del carro mismo, me nació una pregunta en el lugar que no me he atrevido a responder.
¿Qué habrá pasado por la mente del conductor al notar que inevitablemente se iba sin control en contra de la estructura clásica de este mirador? Los metales y maderas de la construcción no deben haber sido tema para quien manejaba la nave, lo peor debió ser lo que pensaba el conductor al ver que luego del mirador el cerro termina abruptamente para dar paso a una caída casi vertical que conduce a la avenida Antonio Varas en el plan de la ciudad. Muchas veces tendrá que agradecer el chofer, a las divinidades que mas prefiera, el hecho de que los peldaños y fierros detuvieran ahí su marcha descontrolada.
En caso de pasar de largo, el panorama habría sido horrible por el propio destino de quienes se encontraban dentro del vehículo y además de quienes circulan constantemente por la Av. Antonio Varas. Por eso no me hubiese gustado estar en la mente de ese conductor.

2 comentarios:

aedo_csori dijo...

Ha pasado mucho tiempo el conductor es mi hermano

Alexis Roman dijo...

Esta nota la escribi en febrero del 2010. Me alegro que no haya pasado a mayores. Mi reflexión estaba enfocada a esos pocos segundos antes de detenerse y las cosas que pasaron por su mente.
Solo por curiosidad me gustaria saber como llegaste a este texto.
Saludos, gracias.