jueves, 31 de marzo de 2011

VOCES DE VERDAD


Imagino que nadie asocia rápidamente los nombres de Samuel Zambrano y Liliana Olivos a la televisión. Bueno yo tampoco hasta hoy.
Pero no equivocarse, no son la última pareja de pololos de “Año 0”, tampoco bailan en discotecas y no se pelean por aparecer en SQP o en Mira quién habla.
Resulta que estos dos seres humanos son cantantes.
Pero CANTANTES, tal cual se ve.
A pesar de lo precaria calidad de recepción de imagen que tengo, lo cual hace un poco subjetivos mis juicios con respecto a la programación de los canales (tv abierta), ya que no puedo verlos todos, lo que he visto esta mañana me basta.
El programa SQP estaba teniendo un profundo debate acerca de qué es lo que debe hacer Luli con respecto a sus estudios. Esta interesantísima discusión se basa en que la niña esta habría cursado solo hasta el primer año de enseñanza media. Un panel de 5 personas (incluido el “respetable” Italo Passalaqua) está dedicado a pensar por ella, darle consejos y elucubrar acerca de lo que realmente ella hará con su vida académica. Imperdible.
En ese mismo instante, Canal 13 y su joyita de matinal “Bienvenidos”, se dedicaba a mostrar “las mejores rutinas de Yerko Puccento”. Esto era una mezcla de rutinas en programas que ya no existen, y más que eso (pues hay programas que ya no existen pero fueron bastante respetables), con invitados que ni siquiera han perdurado en el tiempo en ningún ámbito. Algunos de los blancos de las ironías del personaje de Alcaíno, eran muchachos salidos del reality La Granja, hace ya varios años, los cuales sonreían ante bromas que ya no se entienden por el desfase temporal con la actualidad y la nula trascendencia que tuvieron.
Ante este pobrísimo panorama, el matinal Buenos Días a Todos, de TVN, contaba en su estudio, además del panel de farándula, con estos dos cantantes. Obviamente se encontraban promocionando el programa Factor X, pero al parecer realmente tenían ese factor “x” que se supone que es lo que buscan.
Claro, se trataba de dos personas bastante sencillas, con vidas normales e incluso aspectos normales.
Liliana, una dueña de casa, con el clásico sobrepeso que a uno se le viene a la mente cuando nombra este noble quehacer femenino. Maquillada para la ocasión y con un renovado corte de cabello, en relación a sus apariciones en el programa de talentos, fue presentada y cantó en vivo, sí, absolutamente en vivo la canción “Baño de mar a medianoche”, hecha famosa por Cecilia hace más de 40 años. Cualquier paisano que haya estado en un bar con karaoke, sabe de sobra que esta canción es una de aquellas en que las féminas cantantes generalmente no dan el ancho (usando conceptos políticos), es decir, no se la pueden. Liliana me dejo pegado ante la tevé. Una tremenda voz, unos tremendos pulmones y un sentido del humor que se agradece en ese horario, sobre todo viniendo de “desconocidos” de la pantalla.
Luego, el turno de Samuel.
Se manda un tema el cual no sé nada, ni siquiera conozco la melodía, pero era netamente canto lírico. Con todo lo que no sé al respecto, me pareció al menos, afinadísimo.
Debo destacar que en ambos casos, yo no sabía nada de ellos, nunca los había visto ni oído. Cuando opiné acerca de los programas de talentos, reconocí que talentos no era lo que buscaban, sino rating. Por supuesto que lo del matinal fue por rating, pero mostrando cantantes de verdad, desconocidos, pero de verdad, y no grupos ni cantantes a los que les dan espacio para doblar canciones y uno nunca termina de saber quiénes son y qué cantan, o por qué están ahí.
Me pareció un pequeñísimo acierto del Buenos Días, lo más interesante a esa hora. Cantantes no famosos, pero de verdad. Insuperable para los demás matinales.

1 comentario:

Toñi dijo...

Eso si que son voces de verdad y no lo que hacen hoy en día, acabaremos dejando cantar a muñecas hinchables...