Viendo con gran entusiasmo lo que podria convertirse en un suceso historico, me encontre, hace unos días frente al televisor para el primer juego televisado para todos los chilenos de las selecciones Sub 17 de fútbol femenino de Chile y Ecuador. En la ya tradicional intepretación de los himnos patrios oí con mis propios oidos (como diria un amigo) una extrañísima versión de nuestro himno, sí, el himno de Chile. Un himno nacional editado de una forma que, ni en mis mejores composiciones se me habria ocurrido. Ya hace muchos años atras se eliminó la segunda estrofa de él, reduciendo drásticamente su duración a exactamente la mitad. Bueno pues, ahora, ya habiendo asimilado ese cambio y considerando que cada vez yo lo interpreto menos veces en la vida, me he sorprendido de sus modificaciones. Es el mercado de la televisión, del fútbol, los auspiciadores, los tiempos en la tele son escasos, todo confluye para que mi sorpresa sea igual o menor que la de las chicas (en este caso), o de los futbolistas en general que no saben hacia dónde cambia el himno, o cuánto va a durar cada vez que lo cantan. Es cosa de verles las caras. Bien chiquillas, el himno es lo de menos mientras vivan en Chile, jueguen no más.
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