jueves, 17 de enero de 2008

Repartidores de pizzas

Todos sabemos lo imprudentes que son algunos choferes de locomoción colectiva, sobre todo en horas importantes como el trayecto desde Viña a Valparaíso en las mañanas o en sentido inverso en las tardes.
Sin embargo hay otros choferes que son bastante imprudentes, mucho menos expertos y a la vez más desafiantes de las normas del tránsito. Me refiero a los motoristas repartidores de pizzas.
En el sector viñanamrino de Av. San Martín (sector gastronómico destacado de la ciudad), donde se encuentran variados locales de venta de pizzas, los repartidores de éstas circulan intrépidamente por los "nortes" y los "ponientes" con muy poca precaución y respeto por los demas ciudadanos. Así es como no les importa si alguien está abriendo al puerta de su vehículo para descender de él. Tampoco recuerdan que la luz del semáforo que te permite circular es la verde y no la amarilla o la "naranja". Ya una vez hace algunos años tuve la oportunidad de presenciar a un motorista repartidor de pizzas, como pasaba por mi lado a una velocidad difícil de disminuir en pocos metros. Yo me encontraba esperando el cambio de luz, en primer lugar. Este muchacho venía tan rápido y seguro que hasta pasé la primera marcha pensando en que él había advertido antes que yo que se venía el cambio a luz verde. Al mirar yo el semáforo me di cuenta que aun permanecía en rojo. Bueno, el siguió su trayecto desde sur a norte por Av. San Martín y, justo ahí en el semáforo de 8 norte, veo asombrado cómo la moto impacta la puerta derecha de un auto que viraba a la izquierda (en regla) desde San Martín hacia 8 norte. Mientras la moto dio unos botes y quedó finalmente tendida con una de sus ruedas girando, el cuerpo del joven cayó arriba del techo del vehículo. Como el chofer de éste último tardó unos segundos en percatarse de lo que pasaba, siguió unos metros su marcha, en ese lapso, el cuerpo del motorista cayó al otro lado del vehículo azotándose fuertemente contra el pavimento, como remate a su ya traumática colisión. No me moví, nadie se movió. Algunos llamaron, supongo que a la ambulancia. Yo me retiré de ahi después de un momento. Al día siguiente llame a Carabineros para consultar por la salud del muchacho. Me preguntaron cómo sabía yo del choque, y tuve que contar mi historia. Lo siento por el repartidor de pizzas, pero él fue el causante de su propio malestar. Estaba fuera de peligro.
Casi 10 años después, la actitud no ha cambiado, tal vez este hombre no les haya contado a sus sucesores lo que le ocurrió. Debería hacerlo. Si por ahí está leyendo esto, vaya a su local y digales a los muchachos que respeten sus propias vidas y así circularemos tranquilos por ese lindo sector de Viña del Mar. No son tan buenas esas pizzas, por eso no doy el nombre del local.

Nota: En la mayoria de los locales que distribuyen pizzas a domicilio, establecen como tiempo máximo de llegada a su destino 30 minutos, o en caso contrario, la pizza se entrega de forma gratuita. ¿No será esta la explicación, si consideramos que en ese caso, el costo de la pizza lo paga quién la transporta?

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