domingo, 24 de febrero de 2008

EL FESTIVAL DE ANTES


Qué diferente está el Festival de Viña ahora. Tengo algunos antecedentes sobre los inicios, pero yo no estaba ahí. Sin embargo tengo algunos recuerdos de antiguos festivales.
Así también recuerdo los programas llamados “satélites”, que son los que rodean el ambiente días antes y días después del evento.
Cuando todos los canales se vienen a Viña del Mar para cubrir hasta lo que sueñan los artistas y a los no artistas, a las modelos y pasteles diversos, se olvida un clásico. Un programa que permitía hacer justicia con los éxitos que se vieron en la Quinta Vergara, que ayudaba a contextualizar un poco los shows que se veían. Se trata de “Cantaron en Viña un día”. Lo conducía el mismo Vodanovic y se transmitía desde tres semanas antes de que comenzara el festival más o menos. Algunos días antes se transformaba en “Cantarán en Viña un día”, lo cual lo hacía más entretenido pues ayudaba a conocer a algunos artistas antes de que actuaran aquí.
Es muy emocionante como hito histórico en la televisión el Festival de 1978, que conserva registros de algunos días de transmisión en blanco y negro y otros en color. Año en que vino por primera vez el cantante español Pablo Abraira, por ejemplo.
El año 1981, año en que según muchos entendidos se ha desarrollado el mejor Festival de la historia, se eligió la primera reina del evento: Rafaella Carrá. La misma que entre bailes y saltos cantó en perfecto español y bien. En un momento presentó un tema nuevo de su último disco y ¿saben cuál era?, “Caliente, caliente”, una canción que hoy parece venir del paleolítico, fue un estreno aquí en Viña.
Poco para decir respecto a las reinas del festival, si un día de febrero de 2000 fue elegida Celia Cruz (Q.E.P.D), quedó claro que la reina tiene que reunir requisitos fuera de lo físico. El año 2006 fue elegida mi ex amiga Tonka Tomicic, dejando públicamente de lado el derroche de siliconas y topless que abundaba en el evento. Al año siguiente la elección de Diana Bolocco demostró algo más fuerte, nada de físico, nada de estudios de locución, y un desplante un tanto descuidado ante las cámaras que a veces encanta. Ahora, nada, volvieron las tetas y el pelo teñido, puaj!.
Algunos dicen que Sting, el año 1982 junto a The Police, se habría mandado algunas palabras de grueso calibre hacia el público, tal vez como algún signo de desinterés o de rebeldía de aquel tiempo. Éramos más ingenuos, o teníamos que serlo, no entendíamos inglés o no queríamos entender. No me consta que él haya dicho ese tipo de cosas.
El año 1988 el vocalista de la banda Mr. Mister, banda que trajo una tecnología revolucionaria para la época, leyó un papel con un mensaje de apoyo a unos actores amenazados acá en Chile, confundiendo al público y a los involucrados en el festival. Algunos no estaban tan confundidos y hablaron internamente con él, lo que provocó que minutos después de su show, saliera al escenario a pedir disculpas diciendo que le habían pedido que lo leyera y el no sabía bien de que se trataba. Qué fuerte.
El año 1984 hubo cuatro humoristas en el festival: gloria Benavides, ronco Retes, Hermógenes Conache, Checho Hirane. Para la historia Hermógenes se mandó una rutina tan osada que la transmisión televisiva derivó a una nota tras el escenario mientras el actuaba y luego a comerciales. O sea en ese momento “lo cortaron”. No lo perjudicaron, al contrario. El que se vió afectado fue Checho Hirane, pues días después, la gente aún pedía al cortado Hermógenes. Apareció con un discurso en el que se desligaba del problema de su compañero y así el monstruo le perdonó la vida.
Pero hubo más reacciones raras a propósito del show del “soopiza!!”. El año siguiente se decidió democráticamente que no habría humor en el festival. Esto fue tema en los medios. Pero no fue todo. Mientras el eterno Antonio Vodanovic junto a Ana María Salinas presentaban algo, apareció por sus espaldas el comediante Willy Benitez, famoso en aquel tiempo por su personaje de “el tarro” en el Festival de la una. Sorpresivamente tomó el micrófono de Antonio y proclamó su protesta y la de todo su gremio por la ausencia de humoristas en el evento ese año. Dejó la escoba, tanto que en tiempo record fue despedido de Televisión Nacional de Chile.
La primera vez que vino el italiano Humberto Tozzi, el año 1980, actuó con toda su música grabada, es decir, dobló todo, tenía todo grabado, hasta la voz. Cuál es la gracia, que fue el primero en hacer eso en el festival. Su segunda visita el año 2004 no amerita comentario.
La gaviota que pidió José Luis Rodriguez con su frase: “...a veces hay que escuchar la voz del pueblo...”. La controversia que causó el primer lugar de Gervasio cuando ganó la competencia el año 1983 con la popular y orejera canción “Alma corazón y pan”, dejando en segundo lugar al tema “Yo te agradezco” que representaba a Brasil y que era en realidad el mejor tema de la competencia internacional ese año.
El joven Luis Miguel que debutó el año 1985 en la Quinta, hasta con un homenaje a John Lennon. Una pequeñísima Nikka Costa que se subió al los 8 años de edad al escenario y cantó de manera notable el tema “On my own”.

El burro que puso sobre el escenario el humorista Claudio Showman el año 1989 y sus ganas de orinar.
¿Alguien se acuerda que estuvo Pancho Puelma y los Socios una noche de 1988 al cierre? Tocó tan tarde que la mitad del público ya se había ido o había apagado el televisor así que no pasó mucho con su show. El premio limón que se ganaron en 1990 los integrantes de la banda Cheap Trick por pesados, sólo querían tocar y largarse ¿qué tiene de malo eso?
En fin.
Estos eran los temas de los programas satélites. Hoy tengo que ver cómo Rocío Marengo estropea por segunda vez la elección de la reina (según SQP, yo ni vi su coronación), o ver a Luciano Bello (a quien admiro mucho) rellenando en el Buenos días a todos con invitados demasiado bizarros y con un show absolutamente desligado del festival, que está a kilómetros de distancia del Luciano Bello del mundial del 98.
No hay de que hablar. Años atrás yo habría necesitado cinco blogs sólo para opinar del Festival de la Canción, pero ya no da para tanto.
Hace varios años que estoy tratando de quedar seleccionado en la competencia internacional enviando mis propias canciones. Sólo busco una ventana para exponer mi música. No es la mejor, pero ¿qué pierdo? No mucho. Probablemente me darían el premio limón. Ojalá así fuera, sería un honor. Perdón, me salí de contexto, me encantaría ganar la competencia... y el premio limón.

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