martes, 12 de febrero de 2008

La media huevá

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Cagar, hueveando, mierda, huevón, huevá (weá, para la escritura en internet) son palabras que no creo que haya un chileno que no las haya pronunciado alguna vez. La cagó.
Cuando alguien va llegando al banco y se da cuenta que ha salido sin su cédula de identidad probablemente dirá “¡ puta la weá...!”, por decir algo suave. O si vas conduciendo un vehículo y a mitad de cuadra se atraviesa alguien tal vez uno no diga “... puedes subirte a la vereda muchacho...”. Lo más seguro es que uno diga “¡...súbete a la vereda ahueonao...!”.
Antes estas reacciones, muy chilenas por lo demás, no creo que el aludido se escandalice por escuchar esas palabras. Tal vez la respuesta sea en el mismo tono pero sólo por defenderse de la agresión verbal, y no reconocer el error cometido. No creo que la persona que cruzó la calle diga “... oh, que conductor más vulgar, me parece que me ha insultado...”. Nunca, ni en sueños.
La huevá es simple. Todos hacemos lo mismo. Todo chileno que se precie de tal habla así cotidianamente y nadie se transforma en roto por eso.
Como olvidar, hace muchos años atrás (cuando no existían los “Reality Shows” y el lenguaje en televisión era mucho más recatado que hoy), al finalizar la primera temporada de “De pé a pá” en TVN, finalizaba también la primera temporada que Pedro Carcuro se salía de su rol de periodista deportivo para conducir un programa estelar. En ese último programa (sólo de la primera temporada pues después se hizo varios años más) estuvo invitado su amigo y compañero de tantas jornadas Sergio Livingstone. Al cierre, el ex arquero estrecha en un abrazo al ex colorín Carcuro (nada que ver con Zaldivar) y le dice como buen amigo “...lo hiciste bien huevón...”. Así, clarito, con “V”.
Un caballero de las comunicaciones como el “sapito”, a su edad, no se convirtió en un roto ordinario por eso.
“Y siempre me pregunto, igual que tantas veces” como decía Raphael: ¿Por qué mierda le ponen pitos (pitidos) a cada palabra fuera de protocolo cuando editan los programas grabados en la televisión?
¿Acaso nosotros podríamos pensar que los participantes de los realitys son puros huevones? Bueno, sí, a veces, pero no por eso van a ser rotos u ordinarios sólo por decir, en medio de cualquier conversación, las mismas palabras que todos los huevones usamos a diario.
Ahora comprendo por qué ese huevón del Benni se armó hasta un Café Concert hablando sólamente a garabatos. En la televisión lo invitaban a programas para eso. Para hablar como al italiano se le... ocurría, sin tapujos. Así todos se sonrojaban y se miraban como si él fuera un revolucionario de las comunicaciones.
¿Para qué ocultar como hablamos? Aceptable sería en el horario en que los niños están frente al televisor, pues si alguien instruirá a los hijos respecto a los garabatos, serán sus propios padres y no un huevón cualquiera en la tele.
Tan cartuchos que somos, me tengo que incluir no más, cagué, si soy chileno. Ojalá detengan esa huevá tan molesta de los pitidos que te hace adivinar las huevás que dicen los huevones en la tele.
Puta que las cagan.

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