viernes, 24 de octubre de 2008

EL NEGOCIO DE ESTE AÑO


Edmundo Pérez Yoma, Francisco Vidal, Sebastián Piñera, Ricardo Lagos Escobar o la misma presidenta Michelle Verónica Bachelet Jeria son los seguros candidatos para este día Domingo de elecciones municipales. Pero no como postulantes a los cargos que se eligen esta vez, si no como candidatos a aparecer en televisión, justo a la hora de las noticias, cuando un gran porcentaje de las mesas ya estén cerradas, diciendo :”.. nuevamente el país (o el pueblo chileno) ha dado una gran muestra de cultura cívica...”. Obvio, las mismas palabras de siempre.
Una elección con más de 10.000 candidatos para algo más de 2.000 cargos, entre alcaldes y concejales. Una cantidad que debería avergonzarnos de nuestros políticos.
Un concejal debe ganar algo más de trescientos mil pesos, dependiendo del municipio, nadie quiere invertir millones de pesos en una campaña para ganar esa cantidad mensual.
Es cierto que todos los concejales ejercen sus profesiones o manejan sus negocios independientemente de su labor en la municipalidad, pero también es cierto que simple vista no debe ser un buen negocio postular y ser un concejal.
Ya la televisión demostró hace un tiempo cómo los ediles aprovechan de muy “buena forma” sus viáticos en caso de viajes al extranjero por seminarios o charlas. Eso no es invento mío.
Lo que sí es invento mío, o mejor dicho, producto de mi imaginación, son las otras regalías que podrían, misteriosamente, generar un interés por estar en esa silla en algún concejo municipal cualquiera.
Dado que estamos en Chile, y hay cosas que sólo ocurren en esta parte del mundo, doy por hecho que si yo fuera concejal, Carabineros de Chile no me cursara infracciones. Ante cualquier detención de mi vehículo por control de rutina, yo muestro mi credencial que acredita mi cargo y el oficial me tiene que pedir que circule. Es decir, no creo que me cursen infracción alguna.
Seguramente tendré acceso preferencial y gratuito para cualquier espectáculo, ya sea deportivo o artístico que produzca el municipio o que se realice en sus dependencias. Por ejemplo, ser concejal de Viña del Mar me asegura un protagonismo televisivo seguro sentado detrás de la ubicación de los jurados en el Festival de la Canción. Este beneficio incluye a todo mi núcleo familiar, algunos amigos y, eventualmente, la suspicaz venta de alguno de estos bonos cuando yo no quiera o pueda asistir a algún evento.
Si tuviera que hacer un trámite en la dirección de obras para ampliar mi casita, lo más seguro es que pasaría por el lado de la torre de papeles, directo a hacia la firma que todos necesitamos, y alguien me llamará por teléfono para avisarme que todo está listo.
Cualquier concurso público para ejecutar algún proyecto podré resolverlo más simplemente haciendo algunas llamadas y ayudando a alguna consultora de confianza con la cual podríamos llegar a un arreglito y todos quedamos tranquilos y con pega.
Lo malo sería que, después de la campaña, la gente se acercara a mi y me empezara a cobrar lo que prometí en sus barrios o poblaciones. Pero eso no es problema, no hay que tomar en cuenta a los huevones que votaron, si ni siquiera me consta que votaron por mi.
Mi superficial explicación para justificar los 46 postulantes al Concejo Municipal de Valparaíso y los 50 postulantes al Concejo Municipal de Viña del Mar, no incluye a los alcaldes, para eso necesito un blog especial, además que en Valparaíso son cinco y en viña son sólo dos, una cantidad casi normal para mi, a diferencia de la sospechosa cantidad de concejales en potencia que aparecen escritas en una impresionante cédula electoral.
Yo sólo quiero tocar la guitarra todo el día y que la gente se enamore de mi voz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Concuerdo contigo en toda tu exposición del tema. Algo deben "agarrar" estos tipos que se pelean a muerte por tener unas de estas sillas en la municipalidad. Y en cuanto al voto, es tan grande que parece el voto de un país bananero (por la cantidad de nombres). Creo que ya mas dividida no puede estar la cosa.

Anónimo dijo...

Sabes una cosa...por primera vez en mi vida republicana, no cacho que tengo que hacer con el voto. Y aunque parece chiste; es verdad, son tantos nombres de personas que ni conoces, otros ya los has oído por bastante tiempo, y hasta la fecha vez que es el cuento de nunca acabar de las promesas incumplidas y de la demagogia. Que piensas en ponerle un punto final a esta situación haciendo en el voto una larga linea o simplemente firmando el voto con la firma de Walt Disney.