lunes, 13 de octubre de 2008

LA SERIE Y LA GOMA


No estuvo fome, no fue un capítulo excepcional. Sólo fue el estreno de la sobre anunciada serie en Canal 13: Los 80.
No se puede esperar más de los dos primeros años de esta década. Los problemas en la economía nacional y el mundial de fútbol de España.
Por un momento pensé que se haría de alguna forma, mención a muchos de los detalles que nos hacen situarnos en esa época. Es decir, pareció inicialmente que se evocarían de golpe la mayoría de los signos que recordamos, sólo en el primer episodio. Luego me di cuenta que hay muchas cosas aun por ver y que se está dosificando la información.
Hasta ahora, y sólo habiendo presenciado una emisión de esta serie, parece estar todo en orden, fome, pero en orden, si es muy parecido a la vida que teníamos.
Si tuviera que mencionar el “logro” del capítulo, tendría que destacar, sin ninguna duda, la participación del compañero de curso con lentes ópticos y con un parche en uno de sus ojos. Yo nunca use lentes, pero debo haber tenido en cada colegio, un compañero con esas características, callado, sabio, mateo y con lentes de gruesos marcos negros sobre un parche color piel.
Eso es lo mejor que vi este primer día de “Los 80”, según mi humilde memoria.
Espero poder comentar cada capítulo de esta serie y, al mismo tiempo, presentar algún elemento característico de la época, que no haya sido tan recordado.
En este caso, me permito recordar a la inigualable goma de borrar de dos colores: rojo y azul. Esta goma tenía la misión de borrar, por su lado rojo, lo escrito con lápiz grafito o “de mina” y, por su lado azul, lo escrito con lápiz de pasta. Borrar lápiz de mina por el lado rojo era algo efectivo, pero tratar de borrar el lápiz de pasta, con su extremo azul, era un sueño imposible y constituía una forma segura de romper (“hacer tira”) el papel.
Tiempo después, con la aparición del corrector líquido, usar estas gomas de borrar no tenía ningún sentido, por eso, aunque aun me parece verlas a la venta por ahí, no tienen la fama que tuvieron en nuestra niñez – adolescencia. Por eso mi sencillo pero emotivo homenaje.

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