miércoles, 10 de marzo de 2010

ASI NO


No tengo bandera chilena en mi casa, no recuerdo haberla tenido. Este fin de semana pasado, decidí que era necesario tener una y, ante las premuras económicas, opté por adquirir una hecha de papel que venía gratis con la compra de un tabloide capitalino.

Quise manifestar mi simbólico apoyo a los compatriotas que están pasando un mal momento, colocando esa bandera en mi ventana. Es primer duelo nacional al cual me sumo.

Para mi resulta casi un compromiso con esa parte del país que está viviendo una realidad tan diferente a la mía. Aparte del dinero o las bolsitas con ayuda que uno pueda dar, también hace falta lo otro. Esa ayuda que no se ve materializada, pero que se siente, esa que algunas personas mandan en sus rezos y plegarias. Mi plegaria fue mi bandera, de papel, pero bandera al fin.

Entiendo y espero que así lo hayan entendido los demás, que en esta situación se privilegia la intención. Mi bandera está bien ubicada, con un sutil pegamento esta adherida a un vidrio de mi única ventana. Esta bandera que muestro, también está hecha de papel, quizás haya sido obtenida del mismo modo que la mía, pero no me alcanza el espíritu solidario para privilegiar la intención del habitante de esta casa. Encuentro una forma muy burda de pegarla. Si alguien quisiese robársela, ya lo hubiera hecho aunque le hubieran puesto pernos fijados a la puerta metálica. En el peor de los casos, esa vivienda también tiene ventanas, sólo que en segundo piso. Para efectos de una manifestación solidaria, eso da lo mismo. No hay que meterle la bandera en la nariz a la gente, y menos sostenida a la puerta de esa manera tan poco decorosa. De haber podido, yo la arrancaba en lugar de fotografiarla, pero no quiero tener problemas con mis vecinos. Faltó un poquito de gusto o de respeto por nuestro emblema patrio, tan cuidado por estos días.

No hay comentarios: