viernes, 8 de octubre de 2010

FAZ DE RECTO (O AIREADO DE RECTO)


Hace unos días, el periodista Freddy Stock no dejaba descansar su Twitter con una elegante protesta en contra del Consejo Nacional de Televisión.

Se trata de una sanción que aplicaría esta institución, a Chilevisión, luego de la emisión de un capítulo del programa “Club de la Comedia”.

Se supone que se castiga, en términos míos, una ofensa en contra de Jesús. Yo no vi el programa y también desconozco cuales son los criterios con los cuales el CNTV estudia y analiza este tipo de sutilezas.

Stock decía en la red del pajarito, que al escuchar los argumentos del Consejo, le parecía estar en el Medioevo.

Pero resulta que me encontré viendo el programa nocturno que conduce Aldo Schiappacasse en Canal, y entre sus invitados tenía a Genaro Arriagada. ¿Se acuerdan de él?

Yo algo me acuerdo.

Si mi memoria no me falla, era ministro de alguna cartera que no recuerdo durante el gobierno de Eduardo Frei. En esa condición, y en pleno desarrollo del proceso eleccionario presidencial, en el que se peleaban la primera mayoría Ricardo Lagos y Joaquín Lavín, este calvo militante demócrata cristiano se mandó por televisión una de esas declaraciones que pueden cambiar la carrera política de alguien.

Y así fue.

Cuando aún no se terminaban de escrutar todas las mesas en esa primera vuelta, Arriagada apareció en pantalla asegurando que “Chile ya tiene nuevo presidente, y ese es Ricardo Lagos”.

Para su desgracia, el fin de los conteos demostró que la segunda vuelta era inevitable. Chile aun no tenía presidente electo. Obviamente en segunda vuelta Lagos ganó la elección, pero del señor Genaro, nunca más se supo. Así es, lo borraron del mapa, lo bajaron. Me parece que fue enviado como embajador a otro país. La cuestión es que le quedó prohibido hacer papelones mediáticos acá en Chile.

Claro que eso es un caramelo, comparado con una contradicción que no puedo entender. Resulta que el aludido, reconocido militante de la Democracia Cristiana, que apareció en televisión defendiendo la honra de Jesucristo, citando pasajes del programa cuestionado en donde según él se burlan del Hijo de Dios mencionando a algunos apóstoles (todo eso leído desde un papel como si ni él mismo lo hubiera visto), él, el señor Arriagada, es ateo.

Podría entender que la Iglesia se ofendiera con estas situaciones y solicitara alguna suerte de reivindicación por parte del canal o del programa de televisión, aun cuando me parece retrogrado, al menos tendría cierta consecuencia.

Lo que no podré entender nunca, aunque el calvo político me lo explicara con su jurásica retórica pública, es cómo diantres una persona que no cree en Dios y, por ende en Jesús y todo lo que de ahí se deriva, es capaz de aplicar su criterio ateo para intentar defender la honra del hombre de Nazareth. Es cierto que puede defender a quien quiera, pero no entiendo con qué argumento moral.

Una persona que no mide sus palabras, que milita en uno de los partidos históricamente más importantes, el cual reúne en su nombre dos conceptos de los más entrañables para el ser humano como son la democracia y el cristianismo, puede meter en su cabecita el no-cristianismo.

Lo primero que uno puede pensar es que, como la mayoría de la clase política de la vieja escuela, este señor sólo tenga como ídolo al Supremo Arquitecto y no a Dios. Visto así, no hay problema, hay muchos que no creen en Dios.

Pero, aceptando esto, me niego a que Arriagada aparezca patudamente en televisión, como rostro del CNTV (desconozco si tiene algún cargo en el consejo que lo haga figurar públicamente), en una entrevista en donde se le consulta sobre el caso y defiende a Jesús como si fuera su propia madre.

¿Cómo podría él entender una ironía acerca de los apóstoles y Jesús si no ha leído la Biblia? ¿La habrá leído por cultura general, como si fuera una novela?

Si Freddy Stock encuentra fuera de tiempo la existencia de este organismo censurador en la televisión, yo por mi parte encuentro inhabilitado moralmente al señor calvo para aparecer en la misma televisión, cuestionándola por su contenido ofensivo en contra de la religión.


No hay comentarios: