jueves, 21 de octubre de 2010

JUSTICIA


Aprovecho de escribir esta nota, unos días antes, creo yo, antes de que se lleve a cabo la elección de la mejor “chorrillana” acá en mi puerto querido.

Claro, ocurre que en el noticiero de Canal 13, la noche del martes, en su sección regional, se refirieron a este plato como típico de la ciudad de Valparaíso. Quizás tengan razón, es posible que así sea.

Si mi memoria no me falla, me parece que este concurso, cuya data desconozco, el año pasado lo ganó la chorrillana que se prepara en el turístico J. Cruz, en un escondido y oscuro pasaje en la calle Condell. Recuerdo que no estuve de acuerdo con este veredicto ya que, si bien hace tiempo que no la consumo en ese lugar, sí lo he hecho en otros restaurantes de la ciudad.

Digo esto porque, me parece un resultado antojadizo y demasiado predecible, ya que existe una suerte de campaña que promociona la chorrillana de ese lugar, casi incondicionalmente, a ojos cerrados. Muchas personas de otras ciudades sólo buscan ese lugar para probar el plato. Es un juicio dirigido por la historia y los buenos comentarios más que por que realmente sea la mejor.

Personalmente he comido muchas chorrillanas acá, y debo reconocer que en más de una oportunidad me serví una de tamaño familiar yo solo. Pero ocurre que eso me permite emitir un voto más informado por la experiencia y no por la tradición.

Aunque los propietarios del J. Cruz se adjudiquen su creación no son por defecto los que la fabrican mejor. Los ingleses inventaron el fútbol y no arrasan con éxitos en este deporte.

La historia afirma algo: se inventó en el puerto.

Los ingredientes básicos son las papas fritas, huevo, cebolla frita y carne picada. Obviamente todo esto tiene detalles de preparación y condimentos, pero en el fondo eso es lo que toda chorrillana debe tener como mínimo.

Hay muchos lugares en donde se prepara este plato, y yo lo he probado en varios de ellos. En el Navoli, por ejemplo, es un tanto deslavada, en el Tu’tucan se ve muy ordenada, es rica y se conserva caliente hasta casi el final. En el Mastodonte, al menos hace años atrás, era una patada al estómago, sabrosa, con mucho condimento y chorizos, vienesas y queso, pero no recuerdo si venía con un bono FONASA de regalo. Parece que te regalaban un corcho.

Volviendo al concurso, este año, espero que quienes tengan la envidiable labor de probarlas, realmente lo hagan.

Yo, desde hace mucho tiempo no cambio mi voto.

La única chorrillana que he probado en el último tiempo en donde las papas fritas son cortadas a mano y no vienen en esas gigantes bolsas que se compran y se conservan, tiene queso en tiras más o menos gruesas, carne, cebolla, huevo y una gran hoja de lechuga en el fondo. ¿La reconoces? Ese olor a comida del puerto, ese sello que solo tenía la mamá o la abuela de pelar y cortar la papa tan irregularmente como ninguna máquina puede, el queso en tiras casi derretidas sobre todo el plato humeante, y la hoja de lechuga que yo no soy capaz de dejar en el plato, son detalles que se pueden ir a disfrutar al Dominó.

No es la pizzería que está en Viña. Este es un restaurant muy particular ubicado en calle Cumming.

Su chorrillana quizás no es la más bonita, su presentación podría catalogarse como descuidada incluso, pero se hace en Valparaíso, y este puerto es así, tal cual.

Este año espero que se haga justicia con la que, yo creo, es la mejor chorrillana de esta ciudad. Dejen tranquilo al J. Cruz, ellos seguirán con la historia, las tradiciones y los recuerdos, sin embargo yo recomiendo este plato porteño en un recinto que además de ser, parece porteño: El Dominó.

Con una cerveza al lado queda mejor aun. Cosa de gustos.


1 comentario:

Patita dijo...

Me gusto tu comentario..si hasta me dio hambre.....que rico...al leer tu blog me dieron ganas de volver al Dominó a puro comer chorrillana... Pero como buena partner que soy, esperare a que estes mejor de salud, mientras tanto preparate para comer unos ricos fondos de alcachofa, quesillo y pan integral...jijiji
Un beso...
PD: te toca poner la mayonesa...jejeje