HOY BRINDARE POR TI

Todo indica que al parecer llegó el momento.
Estamos ya casi en la mitad estadística de nuestras vidas. No hay que pensar mucho, el hecho está ahí, y está ahí sólo para nosotros.
Tal vez yo siempre busqué encontrarme en esta situación, o tal vez siempre creí que quería encontrarme en ella.
La vida nos alcanzó y estamos los que tenemos que estar, los que debemos estar, al menos por ahora. Se viene una bendición de no sé de dónde, pero viene, esta vez sí que marcó su presencia. Estamos rodeando desde muy lejos, pero desde muy cerca, a la primera luz que alumbrará nuestras vidas, el cambio que no esperamos y que no sabemos cómo es, pero que muy dentro de nosotros, todos queremos vivir.
Nunca pensé que escribiría esto alguna vez, nunca pensé que me podría afectar, por lo mismo no se me hace fácil, sólo pensar en ello me conmueve y mueve mis dedos haciendo que golpeen erráticamente las teclas. Mi pecho tiende a hincharse, mis ojos se nublan al pensar en las palabras que debería usar pero no puedo.
Esto parece ser una de las cosas que provocan la felicidad en las personas, o que provocan una montaña de momentos de alegría que deberían perdurar hasta que nuestro cuerpo desaparezca bajo la tierra y no antes.
Estoy inquieto, es probable que todos nosotros lo estemos, pero somos tranquilos, miramos, a veces hablamos, nos unimos ante los problemas. Ahora descubro que nos unimos para celebrar y no tan sólo para resolver. Nos unimos para cantar y no para repartirnos culpas de pequeñeces antiguas. Esto está empezando, la flor aun no abre, pero cuando abra, el mundo ya no será igual para nosotros, afortunadamente.
Recibo como ser humano, como hijo y como hermano, una luz, una gran estrella que la compañera de toda mi vida, esta cultivando y alimentando. Es un buen momento. Cualquier momento es el mejor para donar un trozo de vida. Cualquier momento es el mejor para estar inquieto, celebrar, recibir, llorar, escribir y cantar cuando sabemos que la vida será muy diferente. ¿Debo decir gracias a Dios?
Como sea, gracias a El, o gracias a quién sabe quién, mi cerveza esta noche tendrá un gusto diferente. Te quiero Mito.