lunes, 17 de marzo de 2008

¿PROTESTAS?

El otro día pasé por la Plaza Anibal Pinto en Valparaíso y me encontré con un show que parecía infantil, algo instalado como para presentar una función de títeres, no entendí muy bien en realidad. Lo que sí me quedó claro, es que se trataba de una manifestación en contra de la instalación de una antena de telefonía celular, me parece, que en el cerro Placeres. Me hubiese gustado preguntar por el micrófono que había allí ¿cuántos de ustedes usan celular?
En otro ámbito esta tarde vi en las noticias de la hora de almuerzo, que se aprobó la instalación de un relleno sanitario (nombre científico que tienen los vertederos para que no suene tan hediondo para la gente) en Valparaíso, que tendría una capacidad de 25.000 toneladas de basura y que acumularía los desechos del Gran Valparaíso además de San Antonio. O sea, una que otra basurita.
Lo que tienen en común estos dos puntos es la reacción que tiene la gente, los pobladores frente a estas decisiones de instalar antenas, vertederos (perdón, rellenos sanitarios) o incluso las cárceles.
Cuando uno está tratando de generar una llamada a través de un celular y tu mejor amigo o tu polola tiene el celular apagado, resulta muy molesto. Pero esta molestia se incrementa aun más cuando el otro te dice después: “… pero si yo lo tenía prendido todo el rato…” nos molesta mucho y los improperios a la compañía que te presta el servicio son variados. Pero si esa compañía va a instalar una antena cerca de tu casa, tú te levantas y escribes con plumón una cartulina, sales a la calle y le cuentas a la ciudad que no la quieres ahí, pues hace daño para la salud… que los marcapasos, que los niños y bla bla bla. Que se lleven la antena para otro lado, que se jodan a otros.
Todo el mundo se ha quejado históricamente por la instalación de cárceles cerca o más o menos cerca de sus poblaciones. Cuando las construyen lejos, luego en estos sectores se empiezan a construir casas y los vecinos ya encuentran que el recinto carcelario ha cumplido cu ciclo y que debería irse de allí. Todos queremos que metan presos a los delincuentes, a los estafadores, a los pedófilos, en fin, pero nadie quiere una cárcel cerca de su casa. Que se lleven la antena para otro lado, que se lleven la cárcel para otro lado, que se jodan a otros.
Cuando se retiraron los contenedores de basura de mi Valparaíso, todos reclamamos, todos imaginamos que el puerto sería un gran basural, más que de costumbre. Así fue. En la esquina de mi casa y con el gentil auspicio de los regalones perros callejeros, mis mal educados vecinos tiran las bolsas llenas de basura en la vereda, o en la calle si el espacio se ha reducido mucho. Del olor no voy a opinar, pero coincide el espectáculo justo con la mejor vista que tiene la entrada del ascensor Mariposas (que generalmente está cerrado). Siempre hay un gringo justo ahí, mirando hacia el ascensor. Mal. A nadie le gusta la basura, por eso otro motivo de protestas es la instalación de los “rellenos sanitarios”. La gente se queja de los olores, de los ratones, de los bichos, las infecciones, pero, ¿qué hacemos nosotros (otra vez me incluyo aunque no es mi forma de actuar) por no contaminar a otros vecinos dejándole nuestra basura en su puerta? ¿A quién le preocupa el espectáculo que eso implica? Pero no soportaríamos un vertedero cerca de nuestra población, qué asco.
Que se lleven la antena para otro lado, que se lleven la cárcel para otro lado, que se lleven el “relleno sanitario” para otro lado, que se jodan a otros.
A todos nos gusta que los celulares funcionen bien, todos queremos a los presos dentro de las cárceles y no fuera de ellas, todos queremos que se lleven la basura lejos de nuestra puerta. ¿Pensamos en eso? ¿Ayudamos en algo?
Las protestas ya no son como antes.

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